Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856

 

Sigmund Freud murió en Londres luego de huir del régimen nazi, el 23 de septiembre de 1939 a causa del cáncer de paladar que sufría. El pensamiento y las teorías freudianas han hecho de él una de las figuras más relevantes en el pensamiento del siglo XX. La figura del neurólogo sigue siendo punto de referencia en los estudios psicológicos y psiquiátricos de nuestro tiempo, a pesar de haber sido fuertemente atacado a lo largo de la historia por sus ideas controversiales. Sin embargo, seguidores y detractores no niegan la revolución que significó el psicoanálisis para el campo del conocimiento.


Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856, en la ciudad de Príbor, por aquel entonces perteneciente al Imperio Austriaco, hoy República Checa. A temprana edad sus padres, de origen judío, se mudaron a Viena y desde pequeño mostró un gran interés por saber cómo funcionaba la mente humana. Estudió Medicina, tenía aspiraciones de convertirse en un científico y dedicarse a la neurofisiología. Sus primeras investigaciones se centraron en las células nerviosas y fueron decisivas para su futuro trabajo.

Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, revolucionó la forma en que los seres humanos se concebían a sí mismos, revelando que existían partes inexploradas en la mente de las personas en el subconsciente. El impacto de las teorías de este médico neurólogo es tal que, a 164 años de su nacimiento, su pensamiento sigue vigente en la labor psicológica de nuestros días. Por la importancia que tuvo en la historia del pensamiento de la humanidad, aquí te decimos quién fue y qué hizo Sigmund Freud.

Uno de las primeros aportes a la medicina de Freud, fue el proponer el uso de la cocaína con fines terapéuticos; aunque él pronto cayó rendido ante los efectos de la droga, ya que estaba convencido que podía ayudar a tratar el asma y las migrañas, que servía como estimulante mental, e incluso como cura de la adicción a la morfina.

Freud consumió esa sustancia abiertamente durante doce años, pero nunca se consideró a sí mismo dependiente y no fue hasta la muerte de su padre en 1896 que dejó de hacerlo.

El psicoanálisis surgió luego de diez años trabajando en neurosis como la histeria. Freud utilizaba la hipnosis y el método catártico, para las terapias mentales, pero entre 1895 y 1900, renovó sus técnicas.

Su nuevo método consistía en que el paciente se sentara en un diván y le contara todas sus emociones, pensamientos, recuerdos e ideas tal como los recordaba, sin ningún tipo de filtro o censura. La intención era poder explorar más adentro en la mente de las personas y revelar cuáles eran sus verdaderas motivaciones y miedos.

En 1899 publicó La interpretación de los sueños, la obra donde desarrolla el psicoanálisis. Ahí se explica que los problemas emocionales y mentales surgen en la infancia de las personas, y se pueden descifrar a través de la interpretación de los sueños, los actos fallidos y la técnica de asociación libre.

Sigmund Freud murió en Londres luego de huir del régimen nazi, el 23 de septiembre de 1939 a causa del cáncer de paladar que sufría.

El pensamiento y las teorías freudianas han hecho de él una de las figuras más relevantes en el pensamiento del siglo XX. La figura del neurólogo sigue siendo punto de referencia en los estudios psicológicos y psiquiátricos de nuestro tiempo, a pesar de haber sido fuertemente atacado a lo largo de la historia por sus ideas controversiales.

Sin embargo, seguidores y detractores no niegan la revolución que significó el psicoanálisis para el campo del conocimiento.