Solicitan activistas perdón para Edward Snowden

 

Piden a Barack Obama colocarse “del lado correcto de la historia”


Una coalición de los más importantes grupos de derechos humanos en el mundo presentó una petición formal para que el presidente Barack Obama otorgue su perdón al denunciante Edward Snowden, actualmente exiliado en Rusia.

En una petición global expedida este miércoles, grupos como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) y la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU), expresaron que Obama debe colocarse “del lado correcto de la historia” y evitar que Snowden enfrente décadas de prisión.

La campaña, que puede ser respaldada por personas de todo el mundo, indicó que las revelaciones de Snowden, quien trabajó como excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), generaron un importante debate democrático en Estados Unidos y el mundo.

Salil Shetty, secretario general de AI, aseguró que Snowden actuó a favor del interés público, además de que sus revelaciones detonaron el más importante debate en muchas décadas sobre la vigilancia del gobierno y generaron un movimiento global por la privacidad.

“Castigarlo por esto manda el peligroso mensaje de que aquellos que son testigos de violaciones de derechos humanos detrás de puertas cerradas deben permanecer callados”, manifestó Shetty.

El representante destacó que resulta irónico que Snowden sea tratado como una espía luego de que sus revelaciones, filtradas a la prensa en 2013, arrojaran luz sobre el espionaje ilegal efectuado contra millones de personas por los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido.

“La vigilancia masiva expuesta por Snowden afecta los derechos humanos de personas en todo el mundo. Nuestra nueva campaña ofrece al público la oportunidad de solicitar que lo perdonen y de agradecerle”, señaló Shetty.

Los documentos revelados en junio de 2013 por Snowden, recabados durante su trabajo en la NSA, expusieron la magnitud de las operaciones de vigilancia británicas y estadounidenses, capaces de registrar la actividad telefónica y por internet de millones de personas.

En reacción a las revelaciones, Obama emitió una orden para que las agencias de inteligencia cambiaran sus prácticas de vigilancia y el Congreso tomó medidas para limitar la recolección de información en Estados Unidos.