Sri Lanka vuelve a sufrir la plaga de los ataques suicidas

 

COLOMBO, Sri Lanka (AP) — Los letales atentados suicidas en Sri Lanka el domingo de Pascua son un eco sangriento del pasado en esta nación insular del sudeste asiático, cuando extremistas inspirados en ataques en la guerra civil libanesa ayudaron a desarrollar el traje del agresor suicida. Ministros gubernamentales han dicho que siete esrilanqueses de […]


COLOMBO, Sri Lanka (AP) — Los letales atentados suicidas en Sri Lanka el domingo de Pascua son un eco sangriento del pasado en esta nación insular del sudeste asiático, cuando extremistas inspirados en ataques en la guerra civil libanesa ayudaron a desarrollar el traje del agresor suicida.

Ministros gubernamentales han dicho que siete esrilanqueses de un grupo local poco conocido llevaron a cabo las seis explosiones casi simultáneas en iglesias y hoteles que dejaron al menos 290 muertos y más de 500 heridos. Aunque se conoce poco más sobre el grupo y sus móviles, los rebeldes Tigres Tamiles de Sri Lanka recurrieron a los ataques suicidas en la guerra civil de 26 años en el país antes de ser derrotados por las fuerzas gubernamentales.

Posteriormente bombas similares se utilizarían en Israel, manejadas por extremistas palestinos, y después en otras partes de Oriente Medio, África y Europa por extremistas islámicos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Ese tipo de ataques generan miedo en todo el mundo debido a que masacran a civiles en forma indiscriminada, como los que desayunaban en un hotel u oraban en una iglesia en Pascua. Los ataques del domingo también generaron interrogantes de si los perpetradores recibieron ayuda o tenían experiencia previa en el extranjero.

“Para mí la actualidad es la época del atacante suicida. En gran medida este es un tiempo de actos extremos que tienen, de alguna forma, que usurpar (la magnitud de) los ataques previos”, dijo Ian Overton, director ejecutivo del grupo Action on Armed Violence (Acción contra la Violencia Armada) con sede en Londres, que escribió un libro sobre los atentados suicidas. “Tienen que ser mucho más devastadores, con mayor impacto, lastimar más, obtener la mayor cantidad de encabezados posibles en los medios de comunicación”.

Los expertos consideran que el primer atentado suicida de la era moderna ocurrió en 1881, cuando un radical mató al zar Alejandro II de Rusia. Las que podrían ser las primeras fotografías de un traje suicida fueron captadas en la década de 1930, al utilizarlos China en su guerra contra el Japón imperial alrededor de la Segunda Guerra Mundial. Los pilotos kamikazes japoneses convertían sus propios aviones en armas.

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Jon Gambrell está en Twitter como: www.twitter.com/jongambrellap