En Perú, Shirley Méndez acudió al hospital para mejorar su salud. Entró caminando pero salió de ahí en silla de ruedas, sin manos, ni pies, pese a que había acudido por un problema renal.
En una primera instancia fue atendida por los cálculos renales, pero la situación se complicó y le indujeron el coma, del cual despertó para darse cuenta que ya no tenía una parte de sus cuatro extremidades, ya que los médicos resolvieron quitárselos debido a una infección que la atacó.
“Casos como éste no pueden repetirse en nuestro sistema de salud”, sentenció el presidente Pedro Pablo Kuczynski, cuando supo del asunto.
NFA