Una apacible familia descansaba en su hogar, en San Francisco California, cuando escucharon que sus perros comenzaron a ladrar insistentemente.
Tras despertar, el jefe del hogar bajó de su recamara para investigar las causas.
Al ir bajando escuchó extraños ruidos, lo que incrementó su temor sobre un posible intruso.
Grande fue su sorpresa al prender la luz y observar a un puma devorando a un ciervo justo en el porche de su casa.
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