AMLO, Ebrard y Sánchez Cordero hablan sobre tema migratorio

Al acompañar al presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia matutina de este lunes, Marcelo Ebrard aclaró que México no aceptará un acuerdo de tercer país seguro, dado que eso significaría que “todos los migrantes, todos, de cualquier lugar del mundo, que transiten por México hacia Estados Unidos para pedir asilo, sean regresados a nuestro país con la única opción de pedir refugio en México”.

Sin embargo el jueves pasado, la cancillería mexicana emitió un comunicado en el que afirmaba que, antes de solicitar más información al gobierno de Estados Unidos “autorizará, por razones humanitarias y de manera temporal, el ingreso de ciertas personas extranjeras provenientes de Estados Unidos”.

Las personas a las que se les daría entrada, por razones humanitarias, serían quienes ingresaron o hayan sido aprehendidas entre puertos de entrada de Estados Unidos, hayan sido entrevistadas por las autoridades de control migratorio de ese país, y hayan recibido un citatorio para presentarse ante un Juez Migratorio.

También informaba que a dichos migrantes les garantizaría el derecho a un trato igualitario y la oportunidad de solicitar un permiso para trabajar a cambio de una remuneración, lo que les permitiría solventar sus necesidades básicas.

Una hora más tarde funcionarios de la Secretaría de Gobernación afirmaban que no podrían recibir a más migrantes y menos que solicitaran refugio en Estados Unidos por la falta de capacidad, sobre todo porque en México no existe la figura jurídica que legalice este proceso.

“El gobierno de México tomará las medidas pertinentes, en ejercicio pleno de nuestra soberanía y en apego a nuestro marco jurídico al respecto. Este diálogo y sus alcances, deberán sujetarse al marco internacional y a la legislación de cada país y estaremos informando puntualmente de su contenido y características”, insistió Ebrard.

La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que el cambio es drástico y el objetivo es “que la entrada a nuestro país va a ser ordenada, segura y regulada; es decir, no más violaciones, ni vejaciones, ni humillaciones a los migrantes, ni tampoco tienen por qué pasar en forma ilegal, sino ordenada y pacífica, y regulada, con respeto irrestricto a sus derechos humanos”.

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