Aprueba Senado garantizar derechos laborales de trabajadores del arte y la cultura

 

El Senado de la República aprobó este martes reformas a la Ley Federal del Trabajo para atender las demandas de las personas trabajadoras del arte y de la cultura, brindándoles seguridad jurídica y certeza laboral.


El Senado de la República aprobó este martes reformas a la Ley Federal del Trabajo para atender las demandas de las personas trabajadoras del arte y de la cultura, brindándoles seguridad jurídica y certeza laboral.

De esta manera, la iniciativa que se remitió a la Cámara de Diputados, visualiza y protege a las personas trabajadoras del arte y la cultura, en un contexto laboral incluido dentro de la Ley Federal del Trabajo, que les proporcione seguridad jurídica acorde a la realidad y a la naturaleza específica de su trabajo, así como a la importancia e impacto de las actividades dentro de la sociedad.

La propuesta de Susana Harp lturribarría y Alejandro Armenta Mier, que reforma los artículos 304, 305, 306, 307, 308, 309, 310 y la denominación del Capítulo XI del Título Sexto de la Ley Federal del Trabajo, la aprobaron 67 senadores, siete lo hicieron en contra y 10 se abstuvieron.

La Asamblea admitió una reserva al dictamen presentada por la senadora Susana Harp Iturribarría, a fin de que las disposiciones de la reforma se apliquen a las personas trabajadoras del arte en general, actores y músicos con actividades en escenarios, teatros cines, centros nocturnos o de variedades, circos, radio y televisión, salas de exposición, de doblaje y de grabación o cualquier otro lugar donde se exhiba, transmita, fotografié o se registre la voz de la persona trabajadora del arte.

Harp Iturribarría destacó que el dictamen le abre la puerta a todas las actividades artísticas que no están contempladas en la ley, a efecto de garantizar los derechos laborales para todas aquellas personas que se dedican al arte y la cultura.

El presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, senador Napoleón Gómez Urrutia, aseveró que este proyecto ayudará a reconocer la relevancia social de las y los generadores de actividades artísticas y culturales en nuestro país.

Patricia Mercado Castro, de Movimiento Ciudadano, reconoció que las condiciones laborales y la remuneración adecuada de los artistas son incentivos críticos para que las personas dedicadas a esta actividad puedan desenvolverse con certeza en sus campos respectivos.

La propuesta define como personas trabajadoras de la cultura y el arte a los actores, músicos, gestores culturales, curadores de arte, escritores, pintores, escultores, cineastas, fotógrafos, intérpretes de danza, artesanos y demás personas que tengan una profesión u oficio relacionado con la creación artística.

Además, establece las relaciones de trabajo por obra artística, literaria o actividad artesanal, e implementa la obligatoriedad del contrato por escrito y las especificaciones de este. También plantea que el salario podrá estipularse por unidad de tiempo, obra artística o literaria.

El proyecto indica las prestaciones que deberán comprenderse en el régimen obligatorio del seguro social, por lo que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos deberá fijar ese ingreso para trabajadoras de la cultura y el arte.

Con los cambios aprobados se pretende identificar a las personas trabajadoras del arte y la cultura como “individuos que desempeñan una actividad compleja y diversa que incluye la producción de acciones y pensamiento creativo, expresivo, educativo, investigativo, etc.”

Ello impacta de manera importante en el contexto social, económico, laboral y político del país. Al contemplar de manera expresa a las personas trabajadoras del arte y la cultura dentro de la Ley Federal del Trabajo, se busca reconocer y proteger su esencia contributiva en la formación integral de la sociedad en su conjunto, con la inclusión de un término más amplio y genérico, que enunciativa más no limitativamente, aborde los preceptos conceptuales de las distintas disciplinas que engloban a las personas trabajadoras del arte y la cultura.

De acuerdo con los promoventes de la iniciativa, la razón de constitucionalizar el derecho a la cultura obedeció a las demandas sociales en nuestro país en ese sector, sustentadas en el ahínco de construir sociedades incluyentes en términos culturales y, así, proveer de condiciones para que las personas pudieran acceder a los bienes y servicios culturales.

Ambos senadores por Morena refieren que las personas que conforman el campo de la creación y gestión cultural y artística, “son una comunidad de profesionales que históricamente han desarrollado su trabajo en un contexto de fragilidad debido a la crisis social, económica y política, así como los recurrentes recortes al presupuesto para la cultura en nuestro país; sin omitir el trato inequitativo, precario y desigual cuando está presente una relación de trabajo”.

Sin embargo, en la actualidad las y los trabajadores de las expresiones artísticas y culturales se realiza sin contratos, en la informalidad, y sin certeza laboral, aun y cuando existe en los hechos una subordinación laboral; muchas veces en condiciones de precariedad y sin un sueldo o salario digno.

El panista José Alfredo Botello avaló en lo general la iniciativa, pero en contra de una reserva que pretende eliminar a varios de los trabajadores del arte, entre otros, tramoyistas e iluminadores y artes escénicas, de diseños y montajes, así como a gestores culturales.

¿Qué no son trabajadores del arte? ¿Qué no se pretende beneficiar a todos los que participan en estas actividades?, entonces ¿por qué eliminarlos.

AGM