Aprueban diputados “ley anti chancla”; queda prohibido el castigo corporal a menores de edad

Laura Barrera Fortoul Foto: Internet
Laura Barrera Fortoul Foto: Internet 

Prohíbe acciones como obligar a los menores a sostener posturas incómodas, quemaduras, ingesta de alimentos hirviendo u otros productos.


El pleno de la Cámara de Diputados, aprobó por unanimidad reformas a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al Código Civil Federal, denominada como “la ley anti chancla”, con lo que queda prohibido el castigo corporal y humillante como método correctivo o disciplinario a niños, niñas y adolescentes.

El dictamen, que fue aprobado con 446 votos a favor, fue turnado al Ejecutivo federal para su promulgación, define al castigo corporal o físico como todo aquel acto cometido en contra de menores que utilice la fuerza física.

Entre ellos golpes con la mano o algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello o de las orejas, obligar a sostener posturas incómodas, quemaduras, ingesta de alimentos hirviendo u otros productos, así como cualquier acto que tenga como objeto causar dolor o malestar, aunque sea leve.

Prohíbe igualmente acciones como obligar a los menores a sostener posturas incómodas, quemaduras, ingesta de alimentos hirviendo u otros productos, así como cualquier acto que tenga como objeto causar dolor o malestar, aunque sea leve.

De acuerdo con el dictamen, se considera como castigo humillante cualquier trato ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador y de menosprecio, o que tenga como objetivo provocar dolor, amenaza, molestia o humillación de niñas, niños y adolescentes.

Asimismo, las reformas y adiciones al Código Civil Federal definen como violencia familiar el uso intencional de la fuerza física, moral o cualquier acto que tenga como objetivo provocar dolor, molestia, humillación, incluyendo el castigo corporal contra niñas, niños y adolescentes.

Pilar Ortega Martínez, presidenta de la Comisión de Justicia, al fundamentar el dictamen, señaló que castigos corporales y tratos humillantes son el germen inicial para desarrollar una sociedad violenta.

“No hay insulto pequeño ni golpe suave, la violencia es una sola y, cuando se normaliza desde edades tempranas, por supuesto que se convierte en una conducta aceptable para las personas en el largo plazo”, dijo.

La diputada del PRI, Laura Barrera Fortoul, desde la máxima tribuna de la nación, señaló que con esta reforma se da un gran paso al cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, en particular a la protección sobre castigos corporales y otras formas de castigos crueles y degradantes.

“Se entiende por castigo humillante cualquier trato ofensivo, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador o que menosprecie a una niña, niño y adolescente, así como cualquier acto que tenga como objetivo provocar dolor, molestia o humillación”.

Dijo que con esta reforma se blinda y protege en estas condiciones de vulnerabilidad a nuestra niñez, “particularmente en un contexto en el cual los casos de violencia, como aquí se ha mencionado, han aumentado derivado de las medidas de confinamiento provocadas por la pandemia”.

Verónica Juárez Piña, coordinadora del PRD, señaló que la reforma no es de corte penal, sino preventivo, buscando ser un detonante para la intervención pública temprana en la prevención y atención de este tipo de violencias.

“Es un paso enorme, es la prohibición de varazos, reglazos, chancladas, nalgadas, pellizcos, bofetadas, jalones de pelo, jaloneos, encadenamiento, quemaduras de cigarros, baños de agua fría o caliente, borradorazos, falta de alimento, jalones oreja, mandarlos bajo el sol, trabajos forzados, cinturonazos, quemaduras en manos y pies, entre otros que ustedes seguramente conocen”, abundó.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres del Instituto Nacional de Salud Pública y la UNICEF, 63 por ciento de los menores de 14 años han sido objeto de agresión psicológica y de castigo corporal en su hogar, y de dicho porcentaje, 38 por ciento sufrió castigo corporal y 6 por ciento fue víctima de castigo físico severo, mientras que solo 31 por ciento del total de los encuestados no experimentaron formas de violencia, se destacó.