Bomberazo en el PRI; Juárez entra al relevo

 

Tras rumores de declinación renuncia Enrique Ochoa Reza; el presidente Peña Nieto asegura que nadie negocia con él


JORGE CHAPARRO / CÉSAR AGUILAR

En el equipo del candidato de la coalición Todos por México se encendieron las alarmas. El rumor de una posible declinación de José Antonio Meade en favor del frentista Ricardo Anaya obligó a la cúpula priista, que permanecía tras bambalinas, a aparecer con su uniforme rojo –que esta vez tenía el tufillo de un camión de bomberos.

El acto protocolario estaba cantado desde las dos de la tarde. Enrique Ochoa Reza renunciaría para dejar su lugar al exgobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, identificado con la línea dura del tricolor, operador eficaz y personaje cercano a Miguel Ángel Osorio Chong, con quien trabajó como subsecretario.

“Vengo de la entraña propia del PRI, del que me siento profundamente orgulloso”, aseguró en la conferencia de prensa en que se dio a conocer el relevo.

Muerte anunciada

Ochoa Reza llegó a su oficina al mediodía, toda la tarde atendió agenda privada, ni una sola visita oficial, era como el coronel que no tiene quien le escriba. Sabía que sus horas al frente del PRI estaban contadas, una nota en redes sociales advirtió que su sucesor sería Juárez Cisneros. Esperó solo en su oficina.

Cinco minutos antes de las seis llegó Juárez Cisneros, no dio detalles, sólo que había sido llamado por Ochoa, se le preguntó sobre los riesgos de “cambiar el caballo a mitad del río”, primero déjenme llegar, soltó con una risa nerviosa.

Minutos después llegaron el senador Ernesto Gándara Camou, secretario técnico del Consejo Político del PRI y Socorro Jasso subsecretaria del organismo, encargados de afinar detalles de la convocatoria para renovar la dirigencia nacional.

Cuatro horas después todo estaba listo para oficializar la salida de Enrique Ochoa, el primer gran cambio en la estrategia electoral del PRI, que no ha podido abandonar el tercer lugar de las encuestas.

Nunca estuvo cercano a José Antonio Meade, lo defendió en cada foro que se presentó, pero no le alcanzó para llevar una candidatura ganadora.

Ochoa pronunció su mensaje con tono triste, advierte que se va con la frente en alto, agradece la confianza del candidato y del primer priista, el Presidente de la República, a quien califica de “patriota”. Informó que en sesión del Consejo Político Nacional se decidió nombrar a René Juárez Cisneros como presidente sustituto, no habrá convocatoria a las bases, hasta nuevo aviso.

Disciplinado, no da las razones de su salida ni que la campaña marcha en tercer lugar, sólo agradecimientos para todos.

Nadie, excluido

Juárez reconoce que es malo para leer, junto a Aurelio Nuño, que tampoco supo y lo corrigió una pequeña porque se dice leer, no ler. Mis palabras vienen del corazón y del cerebro, pero más del corazón, porque viene desde abajo, ocupando todos los cargos y ahora culmina en la presidencia del partido.

Convocó a la militancia a “que nadie se sienta excluido, todos son necesarios, debemos ir sin miedo, con convicción por los votos para que Pepe Meade sea el próximo presidente de México”.

Aunque reconoció que serán las elecciones más competidas y complejas de la historia del partido.

Finalmente tomó la palabra el candidato, quien sonreía mientras lo halagaban sus antecesores para recitar una retahíla de buenos deseos y promesas de campaña.

Agradecido con el que se va y con el que llega, aseguró que los cambios son normales. “Que no quede duda; ganaremos porque tenemos el mejor análisis y las mejores propuestas, que habrán de convertirse en políticas de gobierno”, asegura.

Fuego en Los Pinos

La tensión llegó hasta Los Pinos, donde el presidente Enrique Peña Nieto negó que exista o participe en una presunta negociación con candidatos o fuerzas políticas para una posible declinación del aspirante presidencial de su partido, José Antonio Meade, al tiempo que aclaró que, como titular del Ejecutivo, nadie negocia con él.

Al concluir  ayer  la inauguración de la Cumbre de Financiamiento a la Vivienda Infonavit 2018, el Primer Mandatario se mantuvo a la distancia de los medios de comunicación.

Ante la versión de una presunta declinación del candidato presidencial del PRI a favor de sus adversarios de oposición, el presidente Peña Nieto negó tal versión y manifestó que diversos sectores tienen señales equivocadas respecto de la sucesión presidencial.

“Veo que no veo, son ustedes, no sé qué ven, ven equivocadamente. Veo que no veo. Nadie negocia conmigo, yo soy presidente, los candidatos y sus campañas corren en otro camino. Yo soy el Presidente de la República y estoy dedicado a trabajar y a cerrar bien mi administración”, sostuvo.

Horas después de que sostuvo una reunión privada con las bancadas de PRI, Partido Verde y Nueva Alianza en la Cámara de Diputados, esquivo, Peña Nieto negó también que los haya instruido a impulsar la campaña de José Antonio Meade.

“Yo no doy instrucciones a los diputados. Convivo con ellos y agradezco lo que han hecho, reconozco el apoyo que han dado a distintas iniciativas y fue la razón de acompañarles; de hacerles mi reconocimiento y gratitud por el apoyo que hicieron a distintas iniciativas que fueron enviadas desde el Ejecutivo y que ellos respaldaron y apoyaron, esa fue la razón de reunirme”, detalló el mandatario.

Fake news

Incluso el vocero del Gobierno Federal, Eduardo Sánchez, tuvo que salir a explicar que lo dicho por el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, respecto a que Peña Nieto respondió a una petición de empresarios sobre el supuesto voto útil en favor del candidato de Todos Por México, José Antonio Meade, es una fake news.

En conferencia de prensa conjunta con el coordinador nacional de Protección Civil –quien apaga otro tipo de fuegos–, el funcionario federal destacó que “no hubo tal solicitud y por supuesto al no haber una solicitud no hubo una respuesta, fake news, otra vez fake news”.