Contra corrupción y violencia, lo central al iniciar su gestión

 

Reconoció la actitud de Enrique Peña Nieto; anuncia consultas para un plan de pacificación


Triunfal, como un gran líder y luchador social, llegó a un amplio salón en el lujoso hotel Hilton, y no en las plazas como acostumbra, para emitir su primer mensaje.

Cuando llegó al hotel, la euforia de desbordó. Decenas rodearon el automóvil impidiéndole descender. Su equipo optó por llevarlo a una rampa y no que entrara al hotel saludando a los simpatizantes, de los que se ha quejado, que lo “apachurran” por una selfie o un abrazo.

Llamó a la unidad y a la reconciliación; afirmó que se tendrá una transición pacífica con cambios profundos, apegados al orden legal establecidos; a respetar todo tipo de libertades y creencias.

Acompañado por su esposa Beatriz Gutiérrez y sus tres hijos mayores, Andrés, José Ramón y Gonzalo, señaló que respetará la autonomía del Banco de México y advirtió que combatirá a la corrupción, un cáncer que carcome al país, y no importará si son amigos o familiares los implicados, porque “un buen juez por su casa empieza”. Reiteró que por el bien de todos primeros ayudar a los pobres.

Para combatir la violencia, el aspirante a la Presidencia dijo que atenderá sus causas y convocará a un diálogo en el que participarán líderes mundiales para lograr la unidad. En un discurso de 14 minutos, aseveró que se tendrá con Estados Unidos una relación de respeto.

Reconocimiento

El tabasqueño comentó la posición que asumió el presidente Enrique peña Nieto para reconocer su triunfo, ya que dijo el trato fue diferente a lo que se vivió en otras administraciones. Reveló que ya lo felicitaron diversos líderes mundiales.

“Voy a gobernar con rectitud y con justicia, no les fallaré, no voy a decepcionarlos”, advirtió. Entre golpes de su equipo de seguridad, López obrador se dirigió al Zócalo.

En el suntuoso hotel, en primera fila, los que ocupaban casi todos los lugares eran los miembros que propuso para su gabinete y la plana mayor de Morena. Entre ellos estaba un solitario Alberto Anaya, presidente del PT, y el senador Manuel Bartlett.

Con aplausos se recibieron los mensajes del presidente del INE, Lorenzo Córdova, y del presidente Enrique Peña Nieto.

Después partió a su plaza favorita, la que ha llenado en innumerables ocasiones. La plancha que se le negó para su cierre de campaña y que tuvo que trasladar al Estadio Azteca.

Sin cuestionamientos

No fue necesario esperar a que saliera el Instituto Nacional Electoral (INE), el árbitro electoral que desdeñó, para que sus adversarios reconocieron la ventaja.

A partir de las 20:00 horas inició una cadena de reconocimientos. Primero salió un adusto José Antonio Meade, acompañado por el presidente nacional del PRI, René Juárez, quien no ocultó su molestia.

Ricardo Anaya también reconoció que los resultados no le favorecían. Atrás quedaron las diferencias, fue de los primeros que le llamó para felicitarlo.

Luego comenzaron los mensajes en las redes sociales: Margarita Zavala, Felipe Calderón, Claudio X. González y hasta el historiador Enrique Krauze, quien fue uno de sus principales detractores y quien lo bautizó con el nombre de “mesías tropical”.

Hasta en el ámbito internacional. El presidente de Ecuador, Rafael Correa; de Perú, Evo Morales, y de Venezuela, Nicolás Maduro. Luego llegó el Tweet de Donald Trump Hasta en el ámbito internacional. El presidente de Ecuador, Rafael Correa; de Perú, Evo Morales, y de Venezuela, Nicolás Maduro. Luego llegó el Tweet de Donald Trump, quien lo felicitó por ser el próximo presidente de México.

Primera reunión de gabinete

López Obrador celebró el cierre de las casillas con su primera reunión de gabinete.

A partir de las 17:00 horas comenzaron a llegar a la recién estrenada casa de campaña de Morena, en Chihuahua 2016, en la colonia Roma Norte, los secretarios de Estado que propuso para su sexenio.

A la casona con cámaras de seguridad, reja electrificada y personal de seguridad privada, ingresó, sonriente, su próximo jefe de la Oficina de la Presidencia, el empresario Alfonso Romo.

Chispeantes, la coordinadora de campaña, Tatiana Clouthier, y la ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación, llegaron repartiendo abrazos y besos.

En bloque llegaron el futuro secretario de Turismo, Miguel Torruco; al próximo canciller, Hector Vasconcelos; Javier Jiménez Espriú, próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes, y Alejandra Frausto, futura Secretaria de Cultura, entre otros.

Su coordinador, Marcelo Ebrard advertía que la elección se celebró en paz, con incidentes, pero nada que manchara la contienda. Y confirmó que celebraría en el Zócalo.

Los futuros integrantes del gabinete salieron a las 18:30 horas para dirigirse al hotel Hilton y preparar, además del festejo en el Zócalo, los primeros amarres para el proceso de transición. Y aunque la ventaja era holgada en la votación para la Presidencia de la República, Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, salió a las 19:30 horas para denunciar que en Puebla y Veracruz, pese a la cantidad de irregularidades, sus candidatos, Manuel Barbosa y Cuitláhuac García, ganaron los comicios.

Aseguró que en la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aventajaba con 20 puntos.

El recorrido

A las 21:45 horas, López Obrador abandonó su casa de campaña, arropado por cientos de ciudadanos.

Recorrió las calles de la colonia Roma y del Centro Histórico de la Ciudad de México a baja velocidad, para agradecer el cariño ciudadano. Estrechó cientos de manos.

Por meses anticipó el festejo. Todo lo planeó para esta tercera contienda. Previó que la celebración dudaría toda la noche.

Dejó para el martes 3 de julio la audiencia que anunció con el Presidente Enrique Peña para tratar los temas urgentes como la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la ciudad de México.

El tabasqueño celebró como lo soñó en 2006.

 

Y luego, se unió a la fiesta masiva en el Zócalo de la Ciudad de México…

Las gargantas se empezaron a juntar en un “sí se pudo” alto y sonoro. “Es un honor estar con Obrador” gritaba una mujer con megáfono en mano, 15 minutos después de que el abanderado del PRI, José Antonio Meade, deseara éxito al nuevo gobierno en conferencia de prensa, poco después de la ocho de la noche.

Alrededor del Zócalo, los cláxones de automóviles se comenzaron a escuchar y a cada pitido, los ánimos de los presentes reunidos frente al Palacio de Gobierno de la Ciudad de México en espera de ingresar a la plancha del Zócalo, se cargaban como si una potente batería se les incrustara en el corazón.

Una mujer de poco más de 50 años detuvo a su esposo del brazo. Llevan 25 años de casados y 12 siguiendo a López Obrador. No dice mucho, pero sus ojos se llenaron de lágrimas cuando la soltó su esposo después de abrazarse como novios quinceañeros. “Va a cambiar el país. Hoy será un día histórico” le dice a su pareja y a una reportera que también se enjugó las lágrimas con la escena.

Poco antes de las 10 de la noche y con el presidente electo en camino, desde su casa de campaña en la calle de Chihuahua, en la colonia Roma, el Cielito Lindo sonó desde el escenario instalado frente a la Catedral Metropolitana a cargo de un mariachi encargado de calentar los ánimos de una audiencia que poco a poco fue llenando la plancha del Zócalo.

En la enorme pantalla detrás del mariachi Nuevo Juvenil Azteca, un fondo blanco resaltaba la leyenda “Andrés Manuel López Obrador, presidente 2018-2024”.

Siguió el “Son de la Negra”, “México Lindo y Querido” y los abrazos comenzaron entre desconocidos: dos oaxaqueños también sonrientes y lagrimados, abrazaron a dos jóvenes del Estado de México. “Sí se pudo, cabrón! Sí se pudo!”, se decían los jóvenes.

Fue casi a la media noche cuando en medio de una muchedumbre que poco dejó avanzar la camioneta blanca proveniente del Hilton Alameda, que López Obrador llegó junto con su familia para dirigirse a las personas que ya lo esperaban, cerca de 250 mil personas, en la explanada y las calles aledañas. “Este es el esfuerzo de muchos dirigentes sociales, indígenas campesinos, obreros, profesionales de todas las clases sociales de todos los sectores y religiones.

Muchos de los que iniciaron esta lucha se quedaron en el camino, pero ayudaron a consumar este triunfo” dijo el virtual presidente electo, quien recalcó que la transición será pacífica y con pleno respeto a las autoridades.