COVID “apaga” segundo grito de AMLO

210 grito de independencia
 

Sin el clamor popular por la pandemia de coronavirus, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó su segunda ceremonia del Grito de Independencia. En el Zócalo capitalino, donde ha encabezado multitudinarios actos, López Obrador lanzó una arenga de 20 vivas. Portando la Banda Presidencial desde el Balcón principal de Palacio Nacional, López Obrador exclamó: “¡Viva […]


Sin el clamor popular por la pandemia de coronavirus, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó su segunda ceremonia del Grito de Independencia.

En el Zócalo capitalino, donde ha encabezado multitudinarios actos, López Obrador lanzó una arenga de 20 vivas.

Portando la Banda Presidencial desde el Balcón principal de Palacio Nacional, López Obrador exclamó:

“¡Viva la Independencia!, ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla!, ¡Viva José María Morelos y Pavón!, ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Leona Vicario!, ¡Viva el heroico pueblo de México!“.

“¡Vivan las comunidades indígenas!¡Viva la grandeza cultural de México!, ¡Viva la libertad!, ¡Viva la justicia!, ¡Viva la democracia!, ¡Viva la igualdad!, ¡Viva nuestra soberanía!, ¡Viva la fraternidad universal!, ¡Viva el amor al prójimo! ¡Viva la esperanza en el porvenir!, ¡Viva México!, ¡Viva México! y ¡Viva México!“, expresó.

Después, tocó la campana de Dolores.

Le respondieron 20 integrantes, hombres y mujeres integrantes del Coro del Ejército que estaban al pie del balcón.

No se escuchó el clamor del pueblo, de sus simpatizantes.

En los balcones de Palacio, estaban los integrantes del gabinete y sus acompañantes, así como la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. La mayoría portaba cubreboca.

No se invitó a los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial.

En la principal fiesta popular mexicana no hubo banderitas, matracas ni sombreros. Desde los balcones de los edificios y los hoteles, algunos asistentes disfrutaron de la ceremonia.

Unos 60 periodistas, personal técnico, militares, personal de limpieza y trabajadores fueron los únicos asistentes en la principal plaza del país para conmemorar el 210 aniversario del Inicio de la Independencia de México.

Para esta ocasión se diseñó un espectáculo en la plancha en donde se encendieron mil 600 focos led con los colores patrios para delinear el mapa de la República Mexicana.

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A un costado del asta bandera, se encendió la denominada “Llama de la Esperanza”, un pebetero con 50 kilos de gas. El Himno Nacional Mexicano lo entonó la Banda de Música y Coro del Ejército Mexicano.

Desde la Catedral Metropolitana, en donde la iglesia católica protestó por la presencia de los militares desde hace dos días se lanzó el espectáculo de fuegos pirotécnicos. Con música grabada se amenizó el momento.

La plaza se llenó de humo y los residuos de la pirotecnia cayeron hasta los templetes en donde estaba la prensa.

Al final del espectáculo, el presidente López Obrador, su esposa y algunos de los asistentes aplaudieron.

Después se retiraron.

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SEGUNDA CEREMONIA

Acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez, el primer mandatario llegó al salón de Recepciones. Tras saludar a la Escolta de Bandera del Heroico Colegio Militar recibió el lábaro patrio para encabezar su segunda ceremonia del Grito, la que estuvo marcada por el covid-19.

Hace un año, ante Zócalo lleno recordó en su arenga no solo a los héroes de la Independencia. Exaltó a los héroes anónimos, a las comunidades indígenas, la justicia, la libertad y la democracia.

En el primer cuadro resonaba La Original Banda El Limón y Eugenia León. En el interior del recinto histórico, los invitados especiales como integrantes del gabinete, integrantes del cuerpo diplomático acreditado en México entre otros, festejaban en el patio central con una cena típica.

En esta ocasión, por la pandemia solo se invitó a los integrantes del gabinete legal con un acompañante. No hubo cena.

En los alrededores del Zócalo, en las principales calles se montó un operativo con elementos del Ejército y policías capitalinos que colocaron vallas para blindarlo e impedir el acceso de la población.

Al final de la ceremonia se apagaron las luces y comenzaron los preparativos para el Desfile del 16 de septiembre.