Demandan más atención a desplazamiento interno forzado

 

El desplazamiento interno forzado en México sólo cuenta con un marco normativo en dos estados: Chiapas y Guerrero, a pesar de que el fenómeno se registra a nivel nacional, alertó la diputada de Morena, Rosa María Ríos. Refirió que en la Ley General de Víctimas su atención está contemplada en siete artículos, pero consideró es […]


El desplazamiento interno forzado en México sólo cuenta con un marco normativo en dos estados: Chiapas y Guerrero, a pesar de que el fenómeno se registra a nivel nacional, alertó la diputada de Morena, Rosa María Ríos.

Refirió que en la Ley General de Víctimas su atención está contemplada en siete artículos, pero consideró es necesario hacer más por lo que en la Comisión de Asuntos Migratorios, se promueve un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Gobernación (Segob) a establecer una política pública de prevención y atención a víctimas del desplazamiento forzado.

La diputada sostuvo que para consolidar una política integral de migración, es primordial atender a la población que vive esta situación de desalojo de sus territorios, que afecta en su mayoría a las comunidades indígenas, dotándolas de apoyo del Estado, con el propósito de respetar sus derechos humanos, garantizarles trato digno y la salvaguarda de sus costumbres y formas de vida.

En un comunicado se detalló que de acuerdo con el informe Desplazamiento Interno Masivo en México, de la Comisión Mexicana de Defensa y Protección de los Derechos Humanos, de 2006 a 2017 se registraron 329 mil 917 eventos de traslado forzado, situación similar a la que viven naciones en guerra.

La propuesta destaca que a diferencia de otros fenómenos de movilidad humana, los desplazamientos forzados internos son provocados por la necesidad de huir a causa de la violencia u otros peligros, con el fin de encontrar seguridad y medios de subsistencia.

Comentó que las personas en esta condición a menudo experimentan un trauma: no tienen recursos y se encuentran en situación de vulnerabilidad, arribando a destinos donde no hay oportunidades de trabajo.

Otra causal, apuntó, son los proyectos que suponen un desarrollo económico para las comunidades, como los mineros, que también motivan desplazamientos, hostigamientos e incluso asesinatos, y que provocan la huida de familias completas para salvaguardarse.

Mora Ríos señaló que en México este fenómeno ha sido una constante, cuyos antecedentes datan de la Conquista, ya que algunos nativos huyeron hacia zonas apartadas y de difícil acceso para preservar sus costumbres y su forma de vida, conservando parte de nuestra historia como nación.

No obstante, al paso de los años la situación se ha diversificado, no así el fondo y las consecuencias de este fenómeno de movilidad humana, que requiere atención a las víctimas y prevención, concluyó.