Denuncia senador de Morena amenazas que enfrentan Áreas Naturales Protegidas

 

Los pueblos originarios son quienes cuentan con un amplio conocimiento para contribuir a su cuidado y preservación, afirma Ricardo Velázquez


El senador por Morena, Ricardo Velázquez Meza denunció que en México las Áreas Naturales Protegidas se han visto altamente amenazadas por empresas mineras, asentamientos humanos irregulares y un alto crecimiento poblacional.

Lo anterior porque el aumento en la demanda de insumos naturales ha acelerado la pérdida de especies tanto de flora como en fauna.

En el documento, enviado a la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático del Senado de la República, el legislador advirtió que nuestro país tiene concesionada gran parte de sus áreas naturales protegidas a empresas mineras, con el riesgo que ello implica para la biodiversidad.

Ricardo Velázquez Meza consideró necesario integrar nuevas formas de participación, donde las comunidades indígenas sean las que habiten estas regiones, pues son ellas quienes cuentan con un amplio conocimiento de los recursos naturales, y por ende contribuirían a su cuidado y preservación.

Por ello, exhortó a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para que el aprovechamiento, uso y explotación de las áreas naturales protegidas pueda ser aprovechado por comunidades aledañas y nativas de la región, siempre y cuando su uso y explotación no cambie, ni modifique el paisaje, ni afecte la flora y fauna del área.

Mediante un punto de acuerdo, también solicitó a la Conanp que informe sobre las concesiones otorgadas para el uso y aprovechamiento de los recursos de las áreas naturales protegidas.

Destacó que la Reserva de la Biósfera “Sierra La Giganta y Guadalupe” obtiene financiamiento, a través de diversos mecanismos, estrategias e instrumentos para asegurar la sustentabilidad.

Sin embargo, agregó que en dicha Sierra también se lleva a cabo una sobreexplotación de sus mantos acuíferos, por grandes inmobiliarias y complejos hoteleros o turísticos que actúan con capital extranjero, mientras que a las comunidades indígenas de la región les es imposible aprovechar esos recursos y viven en condiciones precarias.

Consideró fundamental que estas zonas sean explotadas sin deteriorar el ecosistema, modificar el paisaje de forma sustancial, ni causar impactos ambientales irreversibles, así como permitir que las comunidades aledañas y nativas de los alrededores puedan gozar de sus recursos.

AGM