Descrédito de la autoridad socava pruebas científicas

 

Priva escepticismo en resultados sobre identidad de restos: experto


Hace tres años desaparecieron 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, y aunque se han entregado análisis periciales sobre la identidad de algunas de las víctimas, los familiares se niegan a aceptar que sus hijos están muertos.

Los protocolos forenses establecen puntualmente que el primer contacto de las autoridades investigadoras con los familiares de los desaparecidas –no sólo para el caso de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa– es tan importante como cualquiera de las pruebas científicas para confirmar la identidad de las personas.

La duda no está sobre la ciencia y sus métodos, sino en las autoridades; por ello, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha recomendado y capacitado a México sobre estrategias para el primer contacto con los familiares de las personas en calidad de desaparecidas, pues de la información que aporten los parientes dependerá la consumación satisfactoria de las investigaciones para la identificación o localización de los ausentes.

Arturo Gerardo Cervantes Arroniz, asesor forense del CICR en la delegación para México, América Central y Cuba, aseguró que un trato inadecuado para los familiares de las víctimas traerá como consecuencia la revictimización y desconfianza en las autoridades; en consecuencia, escepticismo en los resultados sobre la identidad de los restos.

Incluso especialistas de la Procuraduría General de la República (PGR) reciben un curso de diferentes disciplinas como psicología, sociología, trabajo social, medicina, criminalística, leyes, conocido como Grupo de Replicadores para la Recolección de Datos de Personas Desaparecidas, sensibilizados para dar la importancia que se merece a este primer contacto con los familiares.

Con ello se busca que desde el inicio de las pesquisas se establezca un vínculo de confianza con las autoridades investigadoras para la aceptación de los resultados científicos en materia forense, aunque esto signifique que su pariente esté muerto, que sólo hayan quedado vestigios de su existencia o que no haya ninguna evidencia de su muerte, nada más que los resultados de las indagatorias.

Sin embargo, para llegar a este grado de confianza y resignación, las instituciones deben estar en un nivel de credibilidad alto ante la ciudadanía con base en su trabajo, pues para los dolientes habrá una relación psicoemocional entre los agresores y las autoridades que les informan que sus parientes están muertos o que fueron reducidos a escombros, prendas, cenizas, molares o un milímetro de hueso.

“Cuando un familiar recibe la noticia de que su ser querido ha desaparecido es un golpe a la esperanza de volverlo a ver con vida y al recuerdo de cómo esa persona ha vivido en su memoria. Es una reacción esperada de que los familiares pudieran tener una cierta negación con respecto a esa esperanza de volver a ver a su ser querido con vida”.

Indicó que es importante la integración de la familia hacia este proceso, pero no significa que la familia desarrolle las búsquedas, trabajos de campo o pruebas científicas o cualquier otra tarea para lo cual no fueron mandados ni capacitados, sino que los mantengan informados para establecer vínculos con las instituciones.

De esta forma estarán al tanto de los procedimientos y desarrollo de trabajos de investigación, y al final sepan por qué el resultado que se obtuvo y lo acepten, porque formaron parte de la labor, se sintieron integrados y tomados en cuenta por la autoridad.

“En estos casos la Cruz Roja recomienda –aparte de reunir este equipo especializado– también mantener a la familia informada, pues el eje rector de las acciones de identificación es la familia de la persona desaparecida”.

“Si existe comunicación con los parientes acerca de las limitaciones de los procedimientos, pues en estos casos que se refieren de restos mínimos, son de altísima complejidad, y si se optara por una decisión de genética porque no hay más que analizar, pues la familia tendrá que estar informada con respecto a que en el análisis de genética se va a perder ese único centímetro cuadrado de muestra porque la genética lo exige de esa manera para su procedimiento”, dijo el experto.

El CICR es una institución humanitaria que brinda protección y asistencia a las víctimas de conflictos armados mediante asesorías para la adecuada recolección de información a través de diversos métodos, no sólo través de las ciencias duras sino también de las ciencias humanas.