El control ciudadano a las instituciones, garantiza la transparencia: Mónica Fernández Balboa

Mónica Fernández Balboa Foto: Internet
Mónica Fernández Balboa Foto: Internet 

Destacó que la rendición de cuentas es un mecanismo de los gobernados para controlar el ejercicio del poder que aplican en cualquier escala los servidores públicos, en todas las esferas del Estado.


La rendición de cuentas y la transparencia se han convertido en valores fundamentales en las democracias de nuestra época, aseguró la senadora Mónica Fernández Balboa, al resaltar que actualmente ningún régimen puede calificarse de transparente, si no tiene una garantía de control ciudadano sobre la acción de sus instituciones.

La también presidenta del Senado de la República afirmó que con la reforma que obliga al Poder Judicial a publicar todas sus sentencias, se avanza en la consolidación de un gobierno democrático que rinda cuentas, sea transparente en su funcionamiento y esté sujeto al escrutinio público.

Al participar en el foro “La publicidad de las sentencias: una nueva obligación de transparencia”, Mónica Fernández aseguró que la rendición de cuentas es un principio esencial para prevenir y corregir abusos de poder, pero sobre todo “obliga al poder a abrirse a la inspección pública, lo fuerza a explicar y justificar sus actos y lo supedita a la amenaza de sanciones”.

Destacó que la rendición de cuentas es un mecanismo de los gobernados para controlar el ejercicio del poder que aplican en cualquier escala los servidores públicos, en todas las esferas del Estado.

En el encuentro que organizó Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI), la senadora por MORENA destacó que el acceso a la información y la transparencia, con su vínculo a la rendición de cuentas, vuelven más eficaces a las instituciones.

El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Luis González Alcántara, señaló que ahora se requiere impulsar un lenguaje ciudadano, claro “que destierre todas esas expresiones abigarradas de nuestra disciplina, que hace que nuestras resoluciones” estén llenas “de frases y aforismos vetustos que nos alejan de la sociedad”.

Además, las versiones públicas de las resoluciones no solamente deben cumplir la obligación legal de suprimir la información que se considera confidencial o reservada, sino que sean entendibles, que se encuentren disponibles en páginas “amigables con los buscadores” para poder encontrar los temas relevantes que preocupan a la sociedad.