En las mil 108 casillas, sólo hubo 16 incidencias

Lenta. La elección más competida de la capital del país inició con la tardía instalación de las casillas electorales y con incidentes que pusieron en duda el “gran despliegue” de seguridad.

Con arma de fuego, asaltaron al presidente de la casilla 2 mil 567, en Iztapalapa. Los 34 mil policías a pie desplegados en la ciudad y el C-5 no pudieron evitar que sustrajeran más de 500 boletas de la elección local.

La demarcación al oriente de la ciudad era el foco rojo que nunca quisieron reconocer las autoridades. Después de dejar en el abandono electoral a los iztapalapenses, una riña entre simpatizantes de dos fuerzas políticas manchaba, la ya de por sí, violenta elección.

Sin embargo, el consejero presidente del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), Mario Velázquez, decidió no dar detalles de los incidentes que pudieron marcar la decisión chilanga. A los ojos del funcionario la mayor preocupación en la ciudad fue la tardía emisión del voto. A la lista de “cola” que dejaban las 10 horas de jornada electoral se sumaron las denuncias por compra de voto.

No había pasado ni la mitad de la jornada, cuando cayeron las primeras denuncias por compra de votos.

Los primeros en acusar la práctica fueron los representantes del PRD-PAN-MC.

“Queremos denunciar ante los medios de comunicación que en estos momentos en el Hotel Fiesta Americana, segundo piso, está el director de participación ciudadana de la delegación Cuauhtémoc, Armando Barreiro, repartiendo maletas de billetes a diferentes puntos de la ciudad a operadores políticos de Morena”, acusaba Roberto López, representante perredista ante el IECM.

A ésta se le unieron López Suárez, quien se hizo acompañar por Armando Levy y Diego Garrido, representantes de Movimiento Ciudadano y PAN, respectivamente, aseguró que acudirán ante el INE y la Fepade a iniciar una denuncia formal, aunque ayer no acudieron a dichas dependencias a interponerla.