Financiamiento, talón de Aquiles del Plan Integral de Desarrollo

 

Por Raúl Adorno Jiménez México, 22 May (Notimex).- El coordinador de la Maestría en Sociedades Sustentables de la UAM, Carlos Rodríguez Wallenius, aseguró que la falta de inversión es el gran talón de Aquiles del Plan Integral de Desarrollo para el sureste de México y Centroamérica. En entrevista con Notimex, el economista declaró que tal […]


Por Raúl Adorno Jiménez

México, 22 May (Notimex).- El coordinador de la Maestría en Sociedades Sustentables de la UAM, Carlos Rodríguez Wallenius, aseguró que la falta de inversión es el gran talón de Aquiles del Plan Integral de Desarrollo para el sureste de México y Centroamérica.

En entrevista con Notimex, el economista declaró que tal como lo planteó la Comisión Económica para América Latina (Cepal) se requieren al menos 10 mil millones de dólares anuales para echar a andar los grandes proyectos de infraestructura que pretenden impulsar.

Consideró que la primera crítica que se debe hacer a este nuevo proyecto de desarrollo regional es que genera muchas expectativas y pocas posibilidades de concretarse, porque no está vinculado a instancias financieras que pudieran otorgar los recursos para hacer realidad las grandes obras de infraestructura que pretende desarrollar.

Se habla que Canadá, Alemania y Japón podrían estar interesados en participar en este ambicioso plan propuesto por México, pero si no se suma al proyecto Estados Unidos, se ven muy pocas posibilidades de que pueda tener éxito, alertó el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Las plantas de electricidad y su interconectividad, así como los gasoductos que pretenden instrumentar, requieren grandes recursos de inversión y ni México ni los países involucrados de Centroamérica tienen la capacidad de inyectar tal inversión, resaltó.

A su parecer, todo esto se lleva a cabo ante las presiones de Estados Unidos para evitar la migración a su territorio, de tal manera que en lugar de estar pensando en muros, debería ser el principal impulsor de esos proyectos y aportar recursos.

Reconoció que en esta ocasión se le quiere dar una perspectiva social, básicamente con la educación como un eje importante para que los jóvenes de los países de la región estudien, se capaciten y se mantengan en sus países.

Este plan, señaló, abre la posibilidad interesante en un contexto donde la cooperación internacional, que en este momento está un tanto restringida, retome su papel y efectúe alguna de las obras de infraestructura que podrían dinamizar las economías del sureste de México, así como a las de Honduras, Guatemala y El Salvador.

Señaló que hay antecedentes como el Plan-Puebla-Panamá, que tuvieron paralelismos similares al que se propone por la CEPAL, como la interconexión eléctrica y el proyecto de fortalecimiento energético para los países centroamericanos vinculados con el sureste mexicano.

Pero al igual que el proyecto Mesoamericano, fracasaron porque no hubo la inversión que se necesitaba para impulsar las obras de infraestructura que se requerían para activar las economías de los interesados, por lo que el gran problema para impulsar la propuesta de México sería la falta de financiamiento, insistió.

Aunque reconoció la importancia de la participación de la Cepal en ese nuevo intento de activar las economías de los países que componen la región, precisó que esta comisión es más un organismo normativo, pero no tiene capacidad de financiamiento.

Las economías de los tres países del triángulo del Norte de Centroamérica y el propio sureste mexicano no sólo requieren grandes inversiones, sino cambios estructurales porque conforman una de las regiones con mayor desigualdad en América Latina, puntualizó.

-Fin de nota-

NTX/RAJ/MTG