Impactan en ALDF cientos de bomberos

 

Exigieron a Morena no meterse en su “vida interna”


Desde temprano, el taconeo masivo de paso redoblado cimbró a la Asamblea Legislativa; con el uniforme común y cascos reglamentarios, unos mil 600 bomberos capitalinos taponaron las cuatro bocacalles de la esquina de Allende y Donceles.

Asombraron a los transeúntes de esa hora y coparon los accesos al antiguo inmueble porfiriano. Llegaron a protestar contra Morena.

Fueron subiendo el calor y el volumen del grito “Bomberos Unidos, Jamás Serán Vencidos”; en poco, se volvieron un ente masificado.

Los no uniformados se miraban profanos a la ola azul. Así agredieron a dos reporteros: Ricardo Rivera de UNOTV y Alfredo Páez de BigData; los jalonearon, empujaron, chiflaron, colmaron de groserías y, ya derrumbados, les patearon.

Las directrices las marcaba su ex líder sindical, Ismael Figueroa, hoy candidato a diputado por el Frente por la Ciudad de México.

Su móvil, decían, “intromisión del diputado morenista, César Cravioto, en la vida interna del H. Cuerpo de Bomberos”. Los periodistas tuvieron que ser rescatados por personal de resguardo de la ALDF.

Así lograron que una comisión, con Figueroa al frente, fuese recibida, a puerta cerrada, por los diputados Leonel Luna y Raúl Flores, coordinador y vicecoordinador del PRD.

Cerca de 30 minutos después, salió el grupo y fueron Víctor Hugo Vargas y Miriam Macías los encargados de dar la cara a los medios para demandar a Morena dejar de lado “sus intentos por desestabilizar”.

Cuestionados por realizar un mitin político en la Central de Bomberos, Vargas entró al quite y pidió respeto a los derechos de libre asociación y de filiación política.

Aclaró que “las estaciones no tienen puertas y cualquier ciudadano las puede visitar”.

Molesta porque acusaron a su exdirigente y a ellos por los golpes a los periodistas, la bombera dijo nerviosa, “el señor Cravioto ha mencionado muchas cosas para afectar a la clase trabajadora, no tiene la menor idea del trabajo que se realiza”.

Dando por terminada la entrevista, alcanzaron a Figueroa, quien fue sacado por el sótano, para culminar tras dos horas una manifestación inicialmente pacífica.