En el Senado de la República se analizaron este viernes las distintas manifestaciones de la violencia y acoso laboral que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, afectan alrededor de 26.6% de las mujeres que trabajan.
Durante el foro virtual “Mujeres: violencia y acoso laborales”, organizado por la C omisión de Trabajo y Previsión Social el Senado que preside Napoleón Gómez Urrutia, secretarias de Estado, una ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y especialistas, lamentaron que ante la prevalencia de la violencia y acoso laboral que sufren principalmente las mujeres los casos quedan en la impunidad
Ante ello, exhortaron al Senado de la República ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra la Violencia y el Acoso Laboral, ante la prevalencia de este tipo de prácticas en el país y que en la mayoría de los casos la sufren las mujeres y cuyos agresores quedan en la impunidad.
En la inauguración del encuentro, Gómez Urrutia explicó que se trata de visibilizar las distintas manifestaciones de la violencia laboral, lo que permitirá construir propuestas legislativas para erradicar estos flagelos de los espacios de trabajo.
Manifestó que un de las labores que realizan los legisladores es impulsar la ratificación del Convenio 190, de la Organización Internacional del Trabajo, relacionado con la violencia y el acoso en el mundo laboral; instrumento que permitirá la defensa y protección de las mujeres ante este fenómeno.
La secretaría del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, subrayó que atender la violencia de género es una tarea que compete a todas y a todos, especialmente en materia laboral, donde las prácticas de acoso y hostigamiento son recurrentes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, detalló, 26.6 por ciento de las mujeres declaran haber sido víctimas de violencia en el trabajo.
La secretaria subrayó que no es suficiente una regulación sólida y robusta, sino también de un cambio de cultura para prevenir, erradicar y sancionar la violencia y el acoso laboral.
“Se trata de una problemática enquistada en la mayor parte de las dinámicas sociales en las que las mujeres se desenvuelven todos los días”, apuntó.
Norma Lucía Piña Hernández, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dijo que el acoso laboral no sólo daña a las mujeres, sino que implica un grave daño a la sociedad. “Mientras no le demos el papel que corresponde a las mujeres en la vida pública y laboral, el desarrollo sostenible de todo el mundo no será posible”.
Dijo que, aunque el marco jurídico y las políticas públicas que buscan proteger a las mujeres son aptas, no son suficientes, por lo que es necesario que las servidoras y los servidores públicos trabajen para que el acoso y la violencia se erradique realmente de nuestro país.
La ministra argumentó que es apremiante su erradicación, pues es un fenómeno que comprende conductas que van desde un acoso disimulado o disfrazado hasta aquellas conductas que abierta o directamente manifiestan una violencia contra la mujer, que le infringen un potencial daño o un daño concreto, tanto emocional, físico y económico.
La subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martha Delgado, comentó que la violencia de género y el acoso en el lugar de trabajo siguen teniendo niveles muy altos, muy estremecedores. “En los últimos años un número sin precedentes de mujeres han hablado abiertamente de esta violencia y acoso sexual”.
La presidenta de Inmujeres, Nadine Gasman Zylbermann, indicó que las mujeres siguen teniendo obstáculos todavía muy importantes para incorporarse al mercado laboral en igual condición y trato que los hombres y lamentó que persistan en México las dinámicas laborales basadas en roles y estereotipos de género, que estigmatizan la participación de las mujeres en el ámbito laboral y agregó que el 91 por ciento de las mujeres no denuncia la violencia laboral.
La senadora Martha Lucía Micher Camarena aseguró que, para reconocer la violencia y el acoso sexual, desde el 2006 se incluyó en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, “la violencia laboral”, como los actos u omisiones en abuso de poder que dañan la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima.
