Se incrementa violencia intrafamiliar en México

 

En tres años se dio un aumento del 32 por ciento en violencia doméstica


La violencia que se vive en México no es privativa de la delincuencia organizada, sino que muchas veces comienza dentro de la propia familia a través de descalificaciones e insultos en contra de los niños, adolescentes, así como los adultos mayores y las mujeres.

Así, el seno familiar se convierte en la antesala de la violencia social, pues muchos de estos esquemas de convivencia se trasladan a las relaciones en diferentes núcleos sociales, escolares, amistosos, afectivos, laborales, económicos, que derivan en acosos de todo tipo.

Al respecto, la especialista Clara Jusidman Rapoport, presidenta de INCIDE Social A.C dijo a Capital Media que son alarmantes los niveles de violencia y miedo que en estos momentos vive la sociedad mexicana donde las principales víctimas son los niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores.

Explicó que en tres años se dio un aumento del 32 por ciento en violencia doméstica y es verdaderamente abrumador y preocupante, pues llevan varios años defendiendo una agenda de género, de grupos vulnerables y el resultado es contrario a una reducción del índice de agresividad.

“La impunidad y la corrupción son mensajes que se envían a la sociedad, la lectura es: puedes hacer lo que quieras, nadie te va a castigar. En la vida cotidiana ese es un mensaje muy perverso, entonces  si yo golpeo al niño, a la mujer, al adulto mayor, no va a pasar nada, porque no hay instituciones en las que tengamos confianza de que van a defender a las víctimas”, lamentó.

Explicó que los progenitores que trabajan tienen que hacer largos recorridos para ir a su empleo y regresar a su hogar, en esos traslados hay mucha violencia en el medio ambiente, estrés, agresiones de todo tipo que los predisponen al momento que llegan a su hogar, y en los pocos  momentos que conviven con su familia es de manera violenta.

“El contexto social no ha sido favorable al crecimiento de las familias y de sus interrelaciones al interior de sus hogares. Vivimos contextos muy violentos en lo cotidiano. El respeto al derecho de los otros no ocurre en la sociedad, y tampoco en el hogar, sobre todo el derecho de los jóvenes, niños, y adultos mayores y la escasez de recursos económicos al interior del  hogar ayuda en mucho a incrementar estos niveles de violencia”, dijo la investigadora.

Detalló que los niños y los jóvenes son personas en toda su capacidad y deben participar en las decisiones de los hogares, lo que sería un cambio cultural profundo, que forzosamente se debe reflejar en sus relaciones sociales al exterior del hogar, creando un medio ambiente más positivo y cordial.

Y es que el delito de la violencia intrafamiliar es un detonante potencial para otras conductas antisociales como bullying, riñas, lesiones, robos, daños a la propiedad, abuso sexual y, en casos drásticos pero cada vez más frecuentes, la violación, el homicidio, y feminicidio, delitos del fuero común.

“La forma de solución de conflictos en nuestras viviendas es a través de la violencia, insultos, castigo, golpes, aislamiento. Hay que revisar los modelos de crianza que han prevalecido en México; tiene que haber una educación para la paz, educación para la solución pacífica de conflictos, diálogo, la democracia al interior de los hogares”, subrayó la especialista.

En el informe realizado por el Instituto para la Economía y la Paz se resalta que cada vez son más las mujeres y jóvenes que están siendo incorporados por la delincuencia organizada a diversas actividades que tienen que ver con narcotráfico, distribución, venta y trasiego de droga, sicariato, tráfico de armas, trata de personas, secuestro, extorsión, entre otras.

Además que hay coincidencias entre las edades de las personas asesinas y las que cometen diversos crímenes y que están privados de su libertad en los reclusorios; en ambos casos el rango de edad es de jóvenes varones entre los 18 y 29 años.

De acuerdo con el estudio Perfil de las Personas Imputadas, realizado por el Consejo de la Judicatura Federal con información de los Centros de Justicia Penal Federal,  el 91.6 %, 27 mil 439 inculpados son hombres y 8.4 %, 2 mil 516, son mujeres.

El rango de edad entre los hombres es de 18 a 30 años con un 45.2 %; 31 a 44 años, 39.7%; 45 a 59 años, 12.8 %; 60 años o más, 2.3 %; mientras que entre las mujeres la mayor población es de 18 a 30 años con un 46.4%; 31 a 44, con el 37.6%; 45 a 59, 13.6%  y más de 60 años, 2.4%.

En la Ciudad de México, hay una población de 27 mil 542 reos, del total sólo el 5.5 % son mujeres; es decir hay mil 444 reas por 26 mil 098 reclusos varones.

El 38.48 % de la población carcelaria, 10 mil 599 internos, tiene entre 30 y 39 años; entre 40 y 49, el 24.86 %, 6 mil 762; entre 18 y 29 el 24.55%, es decir 6 mil 762 reos; 50 a 59, 9.29 %, 2 mil 559; 60 o más, 2.81%, 775.

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