Javier Lozano no será “vocero especial”, sino “uno más”

 

A partir del año pasado la Coparmex se utilizaba como una plataforma electoral, en lugar de concentrarse en impulsar proyectos empresariales.


Unas horas apenas gozó el ex senador por Puebla, Javier Lozano, el nombramiento de vocero oficial de la Coparmex.

El organismo empresarial, después de una tormenta nacional manifestada en redes sociales, decidió degradar el papel que su presidente, Gustavo De Hoyos Walther, le entregó a Javier Lozano Alarcón. En un comunicado dijo que ya no será el “vocero especial” sino uno más entre sus miembros.

El nombramiento provocó un fuerte rechazo por distintos frentes. Y ya por la noche, el sindicato patronal decidió que “el único titular de la vocería es el presidente nacional”, quitando el papel que antes De Hoyos había entregado a Lozano. Poco después del anuncio, en una carta publicada con fecha del 28 de abril de 2020, Coparmex aclaró que el único titular de la vocería de la Confederación es De Hoyos Walther, y que Javier Lozano se incorporará como uno de varios socios voluntarios que apoyan al sindicato patronal “en áreas de gran especialidad técnica”, aportando “conocimientos en conferencias, seminarios y foros”.

Lozano Alarcón rechazó la invitación de Coparmex de ser un colaborador voluntario.

En un breve mensaje en su cuenta de Twitter, el también ex titular de la Secretaría del Trabajo en el sexenio de Felipe Calderón escribió.

De Hoyos no esconde sus aspiraciones políticas. Primero el interés en una diputación y, luego, en la Presidencia de la República en 2024, se volvieron sus objetivos personales. A partir del año pasado fue señalado de utilizar a la Coparmex como una plataforma electoral, en lugar de concentrarse en impulsar proyectos empresariales. Y hoy, el empresario es sinónimo de oposición al Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de acuerdo con especialistas consultados.

Ayer, De Hoyos Walther anunció que el ex Senador panista Javier Lozano Alarcón se integrará al equipo de Coparmex en calidad de “vocero especial”. La integración de Lozano Alarcón forma parte –según De Hoyos– de una estrategia para la “defensa del Estado de Derecho”, debido a que las decisiones del actual Gobierno de México “están comprometiendo la vigencia de las instituciones democráticas y republicanas”.

Poco después del anuncio, en una carta publicada con fecha del 28 de abril de 2020, Coparmex aclaró que el único titular de la vocería de la Confederación es De Hoyos Walther, y que Javier Lozano se incorporará como uno de varios socios voluntarios que apoyan al sindicato patronal “en áreas de gran especialidad técnica”, aportando “conocimientos en conferencias, seminarios y foros”.

El empresario y ex presidente (2008-2012) de la Coparmex en Ciudad Juárez, Carlos Chavira Rodríguez, cuestionó la designación de Lozano y reconoció que se trata de una movida política que no tiene nada que ver con los principios y metas de la Confederación.

Desconozco como miembro activo de Coparmex y precandidato oficial a la presidencia de Coparmex cuál fue el mecanismo que siguió Gustavo para hacer ésta designación que tiene fuertes tintes políticos, sin haberlo consultado previamente con la membresía, como era su obligación. ¿Cuáles son los fundamentos de esta decisión y cuáles son los alcances? ¿Por qué ahora en un contexto de enfrentamiento en el que él ha jugado un papel muy importante de desunión y descalificación continua?”.

Para Chavira, Gustavo De Hoyos parece dedicar más tiempo a temas políticos que a temas propios de Coparmex. Una actitud que sale sobrando “en momentos en que menos lo necesitamos, por la situación tan grave que está viviendo México por la pandemia de coronavirus, por la inseguridad que se vive, por el impacto económico en toda la estructura productiva y por el impacto global”.

 

En ese sentido, el empresario refirió que a la par que muchos en Coparmex “le apostamos a un esquema de unión y reconstrucción de instituciones [para] que haya un combate frontal a varios de los males como la corrupción, la impunidad, el abuso de poder y el deterioro de la calidad de vida de varios mexicanos”, De Hoyos incluye a  un personaje “polarizante” como Lozano, que no le conviene al país en este momento. Por ello, Chavira llamó a De Hoyos a reconsiderar su “actitud beligerante”.

La designación de Javier Lozano revive la sospecha de una relación del presidente de Coparmex con el Partido Acción Nacional (PAN), máxime después de la participación de Gustavo De Hoyos, a principios de 2020, en la reunión plenaria del Grupo Parlamentario de los diputados blanquiazules.

Inclusive a finales de marzo de este año, AMLO refirió que “la Coparmex parece un sector del PAN”, mientras que De Hoyos es “uno que quiere ser candidato de un partido conservador”, a pesar de ser el “supuesto representante de empresarios”.

De acuerdo con Enrique Toussaint, analista político de la Universidad de Guadalajara (U deG), no se sabe si la Coparmex terminará apoyando a algún partido político. Sin embargo, explicó que Gustavo De Hoyos sí tiene objetivos político-electorales y que “se apoya en una persona con la trayectoria de Javier Lozano, porque lo que quiere es polarizar” con alguien que, se sabe, “no es conciliador” y que no construye “puentes de diálogo con el Gobierno”.

Para Toussaint es un error que De Hoyos se apoye en alguien como Lozano, “porque no tiene una trayectoria limpia”, considerando que se ha visto involucrado con personajes relacionados en casos de corrupción y de tráfico y lavado de dinero, como por ejemplo, el ciudadano chino Zhenli Ye Gon.

El analista político también refirió que Lozano es un personaje que no tiene “ideales claros” porque “brinca fácilmente de partido en partido, de proyecto en proyecto”, como cuando dejó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2005 para unirse al PAN, que asimismo abandonó en 2018 para poder regresar al PRI.

Javier Lozano no es alguien muy bien visto entre las nuevas generaciones en el PRI y en el PAN”. El objetivo de Lozano en Coparmex, dijo Toussaint, más bien es “politizar, polarizar y buscar un discurso más duro de confrontación y de contraste permanente con el Presidente”. Y en lo personal, Lozano se beneficiará de hacer política “con la marca Coparmex” y no con un partido, aunque su participación no abone para mejorar la imagen y el prestigio del sindicato patronal de afiliación voluntaria.

La decisión de De Hoyos de incluir a Lozano es “irresponsable”, de acuerdo con los analistas consultados por SinEmbargo, ya que la antipatía de un empresario con el Presidente y su proyecto actuarán en contra de la legitimidad de Coparmex, donde no todos comparten la visión de De Hoyos, y donde están en juego los intereses de 36 mil empresarios de todos tamaños, que forman parte de la Confederación.

En busca de reflectores

A finales de octubre del año pasado, el empresario Carlos Chavira Rodríguez manifestó que es “absolutamente cuestionable” que De Hoyos estuviera convirtiendo a la Coparmex “en una institución con fines electorales, con fines políticos y con intereses totalmente ajenos a los que tiene su membresía”, para usarla de trampolín para una carrera en el ámbito público.

En entrevista con SinEmbargo, el empresario dijo que había muchas inconformidades con respecto a la actitud de Gustavo De Hoyos. Entonces explicó que Coparmex no debía ser utilizada como organismo para fines electorales.

Él ha manifestado públicamente su simpatías por el PAN. Bueno, que deje Coparmex y participe en ese partido”. De acuerdo con Chavira, muchos empresarios no están de acuerdo con las decisiones de De Hoyos, porque “está poniendo a todos los empresarios legítimos, que tienen aspiraciones de ampliar su actividad económica y empresarial, en riesgo de una confrontación donde nadie pidió ser un contendiente del Gobierno federal como lo está haciendo aparentar este pequeño grupo de oportunistas que ahora son encabezados por De Hoyos”.

 

Gustavo De Hoyos Walther ha criticado al Gobierno de López Obrador por múltiples frentes en el último año. El Tratado de Libre Comercio, el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, la ley en contra de las facturas falsas, la política de austeridad republicana, los proyectos de infraestructura gubernamental como el Tren Maya, el aeropuerto en Santa Lucía (Estado de México) y la refinería en Dos Bocas (Tabasco), e inclusive el manejo de la pandemia de coronavirus, han sido temas ampliamente criticados por el empresario de Monterrey.

Asimismo, De Hoyos impulsa un proyecto de nación a largo plazo denominado “Alternativa por México”. El objetivo, según la información pública, es formar a líderes ciudadanos y comunitarios “que compartan un compromiso genuino con la libertad, la democracia, el Estado de Derecho, la economía de mercado, la responsabilidad social y la globalidad”, de acuerdo con la revista Proceso. Sin embargo, esta iniciativa ha sido señalada de ser un aparato que busca incidir en las elecciones intermedias de 2021, para recuperar cargos públicos que están o pudieran estar en manos del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

La actitud de Gustavo De Hoyos contrasta con la de otros grandes empresarios mexicanos –Alberto Bailléres (Grupo Bal), Antonio del Valle (Mexichem), Carlos Salazar (Femsa), Carlos Slim (Grupo Carso e Inbursa), Germán Larrea (Grupo México) y los Servitje (Grupo Bimbo)–, quienes buscan acercarse al Presidente AMLO para establecer relaciones e impulsar la inversión privada con el apoyo del capital público. Pero también contrasta con los principios de Coparmex, que al pie de la letra señalan que se trata de un “sindicato patronal independiente, apartidista y de afiliación voluntaria”.

Para el abogado Paulo Díez Gargari resulta “inentendible, inexplicable y lamentable” la actitud de De Hoyos en un momento clave para la economía nacional, que de acuerdo con los pronósticos de organizaciones internacionales, sufrirá un severo descalabro durante éste y el próximo año, debido al clima de recesión y al golpe del COVID-19 en toda la cadena comercial y productiva a nivel mundial.

No sé cuáles sean las intenciones de Gustavo De Hoyos, pero si lo que están pensando es hacer una alianza opositora, el puente de comunicación no puede ser una persona como Javier Lozano, que en lugar de abrir canales y fomentar el diálogo, lo que hace es agredir como en una pelea callejera”, concluyó el litigante.

No ayuda, pero miente

Esta semana, el Ejecutivo federal tuvo fricciones con la Coparmex y el Banco Interamericano de Desarrollo, porque anunciaron créditos por hasta 12 mil millones de dólares a 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas afectadas por la crisis del coronavirus en el país. De acuerdo con el Presiente AMLO, se trató de presiones para hacer lo que él no quiere: rescatar a las grandes empresas. Sin embargo, el sector empresarial reiteró que lo único que ha solicitado es que el Gobierno no recorte la liquidez para poder reactivar a los sectores productivos.

En respuesta al Primer Mandatario, Gustavo De Hoyos Walther publicó en redes sociales que “para enfrentar la crisis económica causada por el COVID-19, el Presidente López Obrador no ayuda, ni se deja ayudar. Pero sí miente. El programa de financiamiento de BIDInvest-CMN para 30 mil empresas no involucra (como dijo) recursos públicos. Acá estamos en ‘modo’ de apoyo. ¿Y él?”.

De acuerdo con el analista político de la UdeG, Enrique Toussaint, este tipo de respuestas y confrontaciones han sido el tono de De Hoyos con AMLO desde inicios del sexenio.

No es oculta la antipatía que siente Gustavo por el proyecto de Andrés Manuel López Obrador; lo ha expresado desde el primer momento. Más que un líder patronal se ha convertido en uno de los más visibles líderes de oposición al proyecto del Presidente. Desde el inicio ha sido un error, porque no es el papel que le toca jugar a un líder patronal, pero ha decidido jugar el rol de estridente, critica todo lo que López Obrador propone, y está en las antípodas de las decisiones económicas y políticas del Presidente”.

Poco antes de la discusión, en el marco de las críticas al manejo de la pandemia de coronavirus, De Hoyos manifestó que el Gobierno de AMLO es “altamente destructivo de la inversión en el país”.

A principios de marzo, el empresario hizo un llamado a dar “un golpe de timón” que devuelva la confianza de los inversionistas en el país, y aprovechó para declarar que con la desaparición de organismos como el Instituto Nacional del Emprendedor, del Fondo de Promoción Turística y de Proméxico, quedó claro que las pequeñas empresas no son prioridad para la actual administración.

En la microeconomía, en las empresas que tienen uno, tres, cinco y 10 trabajadores, se está suspendiendo la contratación de colaboradores, se está postergando la contratación de activos fijos, se está dejando pendiente el crecimiento hacia otras regiones”, concluyó De Hoyos.

Para Toussaint, Gustavo De Hoyos Walther representa a la parte “más dura antilopezobradorista [de Coparmex] y lo que buscan es estar todo el tiempo polarizando con el Presidente de cara a la elección de 2021”.