La Fallida Guardia Nacional

Guardia Nacional
 

El despliegue de la Guardia Nacional (GN) en el país cumple un año. Desde su gestación y sus primeros pasos, el cuerpo de seguridad insignia de la 4-T se conformó como una compleja amalgama en la que los colores del uniforme fue lo que le dio identidad. Bajo las órdenes del Comandante de la Guardia […]


El despliegue de la Guardia Nacional (GN) en el país cumple un año. Desde su gestación y sus primeros pasos, el cuerpo de seguridad insignia de la 4-T se conformó como una compleja amalgama en la que los colores del uniforme fue lo que le dio identidad.

Bajo las órdenes del Comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, este cuerpo armado se ha mantenido en un perfil bajo y supeditada a las órdenes recibidas por la Secretaría de la Defensa Nacional.

Lo alarmante es que en este año, la violencia homicida se ha acrecentado principalmente en la región del centro; por ello, para el especialista en temas de seguridad, Leopoldo Rodríguez Aranda, este cuerpo federal, no ha tenido el éxito esperado.

“Si nos atenemos a comparar esos datos, evidentemente la Guardia Nacional no ha tenido el impacto, ni el éxito que con tanto fervor le otorgaba el Presidente y su Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, que nos decían que iban a controlar todo, primero en tres meses, luego en seis meses y a un año esto no cambia sino que empeora”, señala.

Prueba de ello es que el Presidente tuvo que emitir un decreto, (el pasado lunes 11 de Mayo), en el Diario Oficial de la Federación (DOF), mediante el cual puede disponer de la Fuerza Armada permanente para llevar a cabo tareas de seguridad pública.

“Y aun con eso seguimos viendo que el problema no sede o se hace más profundo, más grave”, advierte el especialista.

Más violencia

Y es que desde ante de la creación de este cuerpo armado 87 por ciento de consultados, en una encuesta deParametríaen 2018 declaró estar de acuerdo con su implementación. “La propuesta del Presidente tiene mucho apoyo ciudadano aun cuando los peligros son evidentes”.

En su primera etapa la Guardia Nacional (GN), fue conformada con elementos de las policías Federal, Militar y Naval, por lo que su entrenamiento castrense es diferente a los problemas comunes de seguridad civil.

Rodríguez Aranda detalla: “Esto que estamos viviendo es un asunto de Seguridad Interna, un asunto que tiene que ver con delitos Federales, delitos del fuero común, para los que evidentemente el Ejército no está entrenado”.

Según el especialista, el problema es más añejo; ya que desde los años 70, se ha buscado solución a los delitos del crimen organizado y narcotráfico sin éxito, lo que en el sexenio de Felipe Calderón se agudizó con la llamada “guerra contra el narco”.

“Cuando tienes un problema grave de inseguridad, en una región, lo lógico es mandar a la caballería, al Ejército, a las policías y lo que nos damos cuenta es que cuando haces eso, empeoras el problema”, detalla.

El analista en temas de seguridad explica: “Lo que estamos viendo ahorita con la Guardia Nacional es que tiene un despliegue similar al que se ha venido haciendo siempre, y que lo único que va a provocar, y lo estamos empezando a ver en Guanajuato, pues es eso, más violencia y más homicidios”.

Otra de las razones por las que no ha dado resultado, desde su concepción y estructura interna es la Guardia Nacional, es la falta de coordinación y/o la desconfianza con o entre las autoridades locales.

“Más allá de que haya o no la confianza es una posición muy cómoda para todos los Gobernadores el que la federación asuma la responsabilidad y los costos, por completo, porque los Gobernadores, se desentienden, es decir si la estrategia sale mal, es la federación y no el Gobierno del estado”.

La estrategia

En este análisis del papel de la Guardia Nacional, el especialista Rodríguez Aranda destaca que la Estrategia del Gobierno Federal está encaminada a desarticular organizaciones criminales dedicadas al tráfico drogas y al robo de combustibles, más no así, a los delitos del fuero común.

“Partiendo de ese hecho estamos hablando de problemas, de orden federal para el que los municipios y los Estados no tiene competencia, porque no puedes exigirle a los Gobiernos estatales y municipales, que intervengan en un problema que es del orden federal, y que la misma federación provoca y tiene como mira”, detalla.

Y enfatiza: “Los municipios tienen autonomía constitucional y por lo tanto, tienen el deber de intervenir cuando hay un problema, que rompe con el orden y la paz pública, el asunto está claro, pero eso no quiere decir que es un problema que el municipio tenga que atender, debe coadyuvar, más no es una responsabilidad directa porque es un problema federal”.

El Decreto Presidencial, para disponer de la Fuerza Armada permanente, se supone pretende reforzar las tareas de seguridad que le corresponde realizar a la Guardia Nacional, mientras este cuerpo federal se consolida y al término de su mandato en marzo de 2024, el Ejército y la Marina retornarán a sus cuarteles.

“Tendrán que regresar porque esta Reforma Constitucional y este artículo transitorio mediante el cual se cuelga el Decreto Presidencial, tiene plazos muy claros, el cual no puede exceder de cinco años, eso quiere decir que para esa fecha no podrán extender la presencia y la responsabilidad que le han dado al Ejército sobre la Seguridad Pública, y viendo la tendencia que tenemos, me atrevo a asegurar que para esa fecha no se habrá resuelto el problema”, precisa Rodríguez Aranda.

Lo que viene…

Con la crisis económica derivada de la Pandemia por el Coronavirus, y que según estimaciones de analistas, podrá superar el 10%, la pobreza aumentará y con ella la violencia y la delincuencia.

El especialista en temas de seguridad, Leopoldo Rodríguez Aranda prevé: “Lo que se esperaría es que en los próximos meses e inclusive años, este problema de violencia y delincuencia se va a incrementar, aún y cuando el Ejército, las policías y la Guardia Nacional, tomen cartas en el asunto, sólo atenderán el problema nodal de siempre, que son los efectos, más no las causas”.

Actualmente, la Guardia Nacional tiene desplegados más de 100 mil elementos en el país; sin embargo, para el especialista la seguridad pública no se trata solo del número de efectivos porque eso no garantiza mayor efectividad.

“De manera muy natural, ese es un problema en el que caen muchos analistas; caen en el error de suponer, si tenemos un problema de seguridad muy grave entonces tenemos que aumentar el número de policías, y está demostrado, hay muchos estudios que lo prueban que el hecho de que tengas más policías no significa que tengas mayor seguridad”.