Las leyendas detrás del chile en nogada

No hace falta que llegue septiembre para que la época de lluvias traiga consigo a los chiles en nogada  y empiecen a verse en los menús de cualquier restaurante que presuma ser mexicano. Por su complejidad, este platillo es una obra maestra de la gastronomía que promueve el nacionalismo en nuestro país mediante la celebración e historia que giran en torno a él.

El que ha sido considerado como el “platillo poblano por excelencia” tiene al menos tres versiones que explica su origen:

1. El platillo del único emperador de México
   Fue creado por las monjas agustinas del convento de Santa Mónica para hacer un  homenaje a Agustín de Iturbide el día de su santo, que era el mismo que cuando volvía de firmar en Córdoba,  la independencia de México.
   Se prepara con chile poblano relleno de un guisado de picadillo y frutas, cubierto con crema de nuez, perejil y granada, con lo cual se simbolizan los tres colores de la bandera de México.
2. Las novias de la Independencia
   El escritor Artemio de Valle-Arizpe cuenta un versión más romántica en la que detalla que en el ejército trigarante existían tres soldados cuyas novias vivían en Puebla.
   Emocionadas por la Independencia y por tener de vuelta a sus enamorados, decidieron crear un platillo para engalanarlos. Cada una eligió un ingrediente que representara el color del ejército y encomendadas a la Virgen del Rosario y a San Pascual Bailón, se dispusieron a cocinar.
3. Lo que dicen los historiadores
   Es hasta la primera mitad del siglo1813  que se encontró una receta de chiles en nogada en uno de los recetarios más famosos de la época,  El Cocinero Mexicano, pero la receta tal y como la conocemos  hoy aparece a mediados del siglo XIX.
   Esto hace pensar a algunos estudiosos de la cocina mexicana que los chiles en nogada surgen de diversas recetas familiares del estado de Puebla.

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