Las reformas electorales no deben ser producto de la descalificación ni la intolerancia, afirma Lorenzo Córdova

Las eventuales reformas a los órganos autónomos deben ser producto de diagnósticos serios y bien razonados, así como de decisiones consensuadas, más no de una descalificación “simplista y simplona” que hace tabla rasa de todo y todos: Lorenzo Córdova.

Así lo señaló el presidente del Consejo General del INE, Lorenzo Córdova, quien dijo que actualmente la discusión es polarizante e intolerante.

“Lamentablemente, hoy la discusión pública es reduccionista, polarizante y profundamente intolerante; se privilegia la descalificación dogmática frente a la discusión ilustrada y razonada, son malos tiempos para procesar democrática y respetuosamente los disensos y para construir consensos con altitud de miras. En ese sentido, corremos el riesgo de, como suele decirse, ‘tirar al niño con el agua sucia’”, al participar en el conversatorio “Movimiento por la República” convocado por el diputado Porfirio Muñoz Ledo.

Manifestó que el papel regulador de los organismos autónomos ha sido fundamental en el diseño institucional de un Estado más eficiente y la consolidación de la democracia.

Por ello, en este sentido, el presidente del INE advirtió que su debilitamiento, o peor aún, su desaparición, implicaría una gran regresión en el proceso de construcción democrática.

“Sin duda existen ámbitos de mejora en el diseño constitucional de los órganos del Estado mexicano, incluidos los órganos constitucionales autónomos; sin embargo, vistos los resultados que son innegables, los eventuales cambios deberían venir de diagnósticos serios y bien razonados, de una discusión incluyente y a partir de decisiones consensuadas, y no desde una descalificación simplista y simplona que hace tabla rasa de todo y todos”, remarcó.

Destacó, en este sentido, que más allá de su eventual revisión y perfeccionamiento, los organismos autónomos juegan un papel importantísimo en la regulación, la limitación y el control de los poderes para evitar su abuso, sus excesos y la arbitrariedad en su ejercicio, en aras de proteger los derechos y las libertades de los gobernados.

Por su parte, Porfirio Muñoz Ledo, expresó: “mal haríamos que el gobierno se concentrarse de nuevo en un ejecutivo omnipotente y piramidal, sería una lamentable regresión y una involución histórica semejante a las que han producido los golpes de Estado”.

Dijo que quienes pretenden mandar a las instituciones al diablo o al infierno tendrían que liquidarlas y asumir un poder sin fronteras.

“Gran desmesura solo podría explicarse por emergencias devastadoras o delirios de grandeza”, concluyo el experimentado político morenista.