Las últimas tres desapariciones que han movilizado México

 

Expresiones coléricas invadieron escuelas, calles y redes sociales


PATRICIA GUILLÉN/CAPITAL DIGITAL

 

La indignación e impotencia colmaron las redes sociales y se desbordaron a las calles de la Ciudad de México y Guadalajara; el asesinato de tres jóvenes estudiantes en Tonalá, Jalisco hace menos de una semana, fue el detonante y aglutinante.

En el transcurso del día nublado, personalidades del cine, políticos y periodistas lamentaron los hechos; por la tarde, cientos de estudiantes, en su mayoría de escuelas de cine, se congregaron en el Ángel de la Independencia, allí con el lema #NoSonTresSomosTodxs comenzaron su lento andar hacia la Secretaría de Gobernación; mantas con los nombres de los chicos, todos ellos de 20 años: Jesús Daniel, Marco Francisco, y Javier Salomón, sus nombres en letras negras sobre mantas blancas portadas por estudiantes con rostros llenos de indignación y con las pupilas enfocadas en exigir justicia; todo fue pacífico; las pintas de unos cuantos encapuchados fueron sofocadas por el clamor a sentarse, la violencia se apagó con paz en el andar estudiantil sobre los carriles centrales de Paseo de la Reforma.

El puño en alto y el silencio fue el tenor de la marcha que exigió que se esclarezca el crimen en contra de los jóvenes estudiantes de cine; los participantes llamaron a la paz, exigieron seguridad a las autoridades; el clamor más extendido fue “¡Cine sí, muerte no!, mil gargantas lo coreaban y rompían la gris tarde. Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Monterrey, Guadalajara, maestros y directores señalaban durante el recorrido que la trágica muerte de los tres chicos, es parte de un fenómeno que se ha vuelto endémico en la administración actual, que no ha brindado la certeza de paz necesaria a los mexicanos.

“Pedimos un alto a la violencia, queremos que el Gobierno deje de ser cómplice de la barbarie; venimos a pedir que nos escuchen, ya se los hemos pedido muchas veces ¡no queremos seguir viviendo con miedo!”, compartió la directora del Centro de Estudios Cinematográficos, María del Carmen Lara.

Las consignas se enardecieron al llegar a la Secretaría de Gobernación: “¡Nos están matando! ¡Nos están matando!”; mientras las gargantas arreciaban, los encapuchados vandalizaban pero fueron aislados: “no queremos dañar el patrimonio de nadie, estamos hartos de la violencia”, clamaba Marco García, estudiante de comunicación, mientras se sentaba en el suelo y, como cientos, pedía paz, de nuevo.

Tras dos horas y media bajo el cielo encapotado, cuatro chicos entraron a Gobernación, para establecer mesas de trabajo con las autoridades, “vivimos en un Estado roto, por eso queremos diálogo, la violencia no nos sanará de ninguna forma”, se escuchó de nuevo la voz de Marco, secundado de aplausos.

El fragor de Jalisco

Avenida Vallarta y Enrique Díaz de León fue el punto de encuentro de cientos de estudiantes, amigos y ciudadanos consternados por la muerte de los futuros cineastas; cuando el grupo fue nutrido partió hacia la glorieta de los Niños Héroes, rebautizada por los dolientes como Glorieta de los Desaparecidos; tras el bautismo encaminaron sus pasos hacia Palacio de Gobierno; mantas con consignas por la paz, veladoras y pancartas distraían a momentos la vista de los rostros de indignación y preocupación por el clima que se vive en país.

El padre de uno de los chicos asesinados señaló directamente al gobernador, Aristóteles Sandoval, como el responsable de la tragedia que su famila y dos más, padecen, además de instar a los jóvenes y a la ciudadanía en general a no votar por los políticos “porque nos están fallando”.

El contigente arribó al Palacio de Gobierno cerca de las 20:00 horas, y allí se renovaron las consignas y exigencias contra el gobierno, el tenor fue que las autoridades esclarezcan el crimen y garanticen la seguridad de todos los habitantes.

Rapero asesino

Omar “N”, uno de los dos detenidos el 22 de abril declaró que él fue el responsable directo de preparar la solución en la que fueron derretidos los cuerpos de los jóvenes estudiantes en Tonalá, Jalisco, hace menos de una semana por miembros del crimen organizado.

A su vez, como consta en el acta de su comparencia, el sujeto declaró “ser un rapero famoso” conocido como QBA, compartió que en su canal de Youtube cuenta con 121 mil 148 seguidores y su video “Me gusta caminar por el barrio” ha sido reproducido por 5.5 millones de personas hasta el momento.

Además, dijo que en el videoclip de su canción “Qué descanse en paz”, el supuesto rapero y asesino canta con un hombre maniatado detrás de él, para que, una vez finalizada la producción le prenda fuego y lo vea arder.

Las autoridades locales indicaron que la casa donde los chicos grabaron su trabajo escolar fue vigilada algunos días antes por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación; mismos que fueron detenidos.