Ley de hidrocarburos no es una expropiación simulada, asegura Ricardo Monreal

Ricardo Monreal Foto: Televisa
Ricardo Monreal Foto: Televisa 

El senador Ricardo Monreal Ávila aseguró que la iniciativa presidencial en materia de hidrocarburos no es una expropiación simulada o una nacionalización de esta industria dedicada a privados, nada más alejado de la realidad. Explicó que se trata de una modificación a cuatro artículos de la Ley reguladora del sector, pero que sí entrañan un […]


El senador Ricardo Monreal Ávila aseguró que la iniciativa presidencial en materia de hidrocarburos no es una expropiación simulada o una nacionalización de esta industria dedicada a privados, nada más alejado de la realidad.

Explicó que se trata de una modificación a cuatro artículos de la Ley reguladora del sector, pero que sí entrañan un cambio sustancial para poner orden en la importación de combustibles a México.

Sin embargo, el legislador por Morena reconoció que la reforma propuesta por el presidente Andrés López Obrador debe tratarse con sigilo y cuidado, “porque seguramente provocará reacciones adversas por parte de los empresarios”, por lo que recomendó abrir espacios de diálogo con las partes afectadas.

Dijo que la Ley de Hidrocarburos busca reivindicar al Estado mexicano en torno a los recursos petrolíferos, cuyos derechos fueron entregados sin ton ni son a la iniciativa privada nacional y extranjera.

El también coordinador de la bancada de Morena detalló en conferencia de prensa que son 198 y no 20 mil los permisos de importación de combustibles que se mantienen vigentes, por lo que la laxitud en la entrega de estos permisos es lo que motivó la reforma a la Ley de Hidrocarburos.

“Al cierre de la administración del presidente Peña había alrededor de mil permisos, por eso no es exacto que se trate de 20 mil permisos de exportación de gasolina vigentes”, subrayó.

Monreal Ávila advirtió que no se trata de nacionalizar el sector petrolero como en su tiempo lo hizo el presidente Lázaro Cárdenas del Río, pero sí de que termine de una vez por todas, la corrupción a que dieron lugar permisos de importación de energéticos que le cuestan al país cientos de millones de dólares al año.