Así fueron las 24 horas que desataron todo

 

Entre el 22 y el 23 de julio, estudiantes del IPN se enfrentaron a alumnos de una prepa privada y...


La matanza de Tlatelolco, perpetrada en contra de estudiantes el 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, es considerado uno de los episodios más oscuros de la historia de México, sin embargo, para llegar  a ese acontecimiento, ocurrido días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos,  tuvieron que pasar varios meses de tensión entre los jóvenes y el gobierno mexicano.

Uno de los primeros episodios violentos en torno al movimiento estudiantil de 1968 se desarrolló el 23 de julio de ese año.

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Un día antes, es decir, el 22 de julio, en la plaza de la Ciudadela, estudiantes de las vocaciones 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se enfrentaron a jóvenes de la preparatoria privada Isaac Ochoterena, incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Las versiones señalan que el pleito derivo de un partido de futbol.

La Secretaría de Gobernación indicó que en esos hechos fueron destrozados 30 vidrios de la institución privada.

Un día después, el 23 de julio, estudiantes de la preparatoria Ochoterena acudieron a las instalaciones de la vocacional 2, acompañados de estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) de la UNAM, en busca de revancha.

Activistas denunciaron que entre los jóvenes se infiltran porros y vándalos, quienes armados de palos y piedras agredieron a alrededor de 200 granaderos en las colonias Juárez y Centro.

El hecho llevó a una gresca que duró alrededor de 3 horas.

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Entre los infiltrados, investigaciones ubican los nombres de los porros Alfonso Torres Saavedra, alias El Johnny, y Sergio Romero, alias El Fish, vinculados a Manuel Díaz Escobar, subdirector de Servicios Generales en el Departamento del Distrito Federal, y quien en 1971 fue acusado de ser el jefe de los halcones, que reprimieron otra manifestación de estudiantes.

Años después, una solicitud de información llevó a obtener información de la Procuraduría General de la República, en los que se indicaba que desde 1967, El Fish se dedicaba a “mantener un sistema de información sobre lo que acontecía en los medios universitarios. Más tarde comenzó a trabajar como secretario particular del Sr. Alberto Lanza, jefe de La Oficina de Prensa y Publicidad del Departamento del Distrito Federal, aunque en realidad dependía del teniente coronel Manuel Díaz Escobar, subdirector de Servicios Generales”.

Según periodistas de la época, en el enfrentamiento del 23 de julio también participaron sujetos que portaban un uniforme beige, parecido al de las escuelas secundarias, quienes llegaron a la plaza de la Ciudadela en un autobús; y miembros de las pandillas Los Ciudadelas y Los Arañas, quienes asaltaban a transeúntes en la zona.

Testigos afirman que tras la pelea, estudiantes del IPN se marcharon a su escuela, pero fueron provocados por granaderos en el cruce de Abraham González y Lucerna.

Policías persiguieron a los muchachos hasta las vocacionales 5 y 2, a donde ingresaron sin una orden judicial para golpear y detener a estudiantes y profesores; versiones indican que se lanzó gas lacrimógeno y se destruyó mobiliario de la institución.

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Ante las críticas, autoridades del Distrito Federal argumentaron que policías ingresaron a las escuelas por petición de alumnos y maestros, quienes negaron la afirmación.

El 28 de julio, la situación llevó a la primera reunión entre el Comité Coordinador de Huelga del IPN, con representantes de la UNAM y de la Escuela de Agricultura de Chapingo, en donde se discute la posibilidad de extender la propuesta hasta expulsar a los porros de las escuelas, indemnizar a los familiares de los jóvenes heridos y muertos, liberar a todos los estudiantes encarcelados, desaparecer al Cuerpo de Granaderos de la Ciudad de México, y derogar el artículo 145 penal, que sanciona los delitos llamados de “disolución social”.

La situación empeoró el lunes 29 de julio del 68, cuando fue disuelto un mitin que estudiantes pretendían realizar en el Zócalo.

Los choques se extendieron hasta las primeras horas del 30 de julio, cuando con un disparo de bazuca el Ejército destruyó la puerta de la Preparatoria 1, y fueron tomadas las instalaciones de la 2, la 3 y la 5.