Meade relanza su campaña y junta a la caballada

 

El candidato de Todos Por México muestra su rostro priista y llama a jugársela a muerte para defender la estabilidad


ALBERTO AYALA / ARTURO DAMIÁN

El gran estacionamiento de la sede nacional del PRI era ocupado desde temprano por miles de militantes a quienes traían de todo el país para el relanzamiento de la campaña.

Organizaciones adherentes al tricolor, como la CTM, la CNOP, la CROC, se distinguían por ser las más ruidosas y festivas, utilizando la batucada y las porras para anunciar la llegada de José Antonio Meade.

Tras las decisiones tomadas con el relevo de la dirigencia, para permitir la llegada de un militante de larga trayectoria como René Juárez, los priistas demostraban su disciplina partidista, pues todos llegaron a la convocatoria: exgobernadores como Eruviel Ávila y Rubén Moreira, coordinadores políticos como Francisco Olvera, candidatos a diferentes espacios de elección como Mikel Arriola y César Camacho Quiroz, y exintegrantes del gabinete federal como Aurelio Nuño y Miguel Ángel Osorio Chong.

La batería completa priista se dio cita este domingo en la sede nacional para expresar su respaldo a su candidato José Antonio Meade, quien pedía recordar a este domingo como “el día en que en nuestro corazón se albergó la certeza de que vamos a ganar” y, para ello, agregó, están dispuestos “a jugársela a muerte para defender lo que creemos como país”.

Beatriz Paredes, Enrique Jackson, Humberto Roque Villanueva, entre priistas de registro más reciente como Carlos Iriarte, todos ellos platicaban pacientes a la espera del inicio del acto, donde las botargas de Meade cobraban vida.

En las gradas la competencia era por quién hacía más ruido o superaba en porras al contrario, el candidato –enfundado en la chaqueta roja– y su esposa Juana Cuevas saludaban a su paso en una pasarela que apenas duró unos minutos.

La nueva dirigencia representa a una militancia activa “que pica piedra y palo”, que toca puertas en su vecindad, en su dirigente que, reconocía, “frente al reto y la dificultad” llega para decir “sí se puede”, y en tono de broma agregaba “vemos al doctor René Juárez alto y guapo y con él vamos a ganar”.

A 54 días de la elección, Meade, quien hace unos días reconocía como suya la decisión de que Ochoa Reza dejara la dirigencia, le agradecía que por él, en 2017 se pudo mantener las gubernaturas del Estado de México y Coahuila “porque estaban convencidos de que tenían a los mejores candidatos”.

En medio de un discurso, que continuaba opacado por las porras , Meade Kuribreña pedía “dos licencias” para agradecer a quien ha puesto a la campaña su mejor rostro y su mejor sonrisa: su esposa Juana Cuevas y también a quien llamó “el jefe Meade”, su padre, Dionisio, quien se levantó del asiento en el que se encontraba para saludar a su hijo con un beso en la mano.

Jugársela a muerte

Como ha venido expresando en otros momentos de su campaña, el candidato presidencial sostuvo que ésta no es una elección cualquiera y él junto con el PRI defenderían los valores de la familia.

“Queremos que se nos ubique del lado correcto de la historia, del lado que le apostó a la estabilidad, del lado que le apostó a transformar a México, del lado que le apostó a la seguridad. Pero sobre todo del lado que estuvo dispuesto a jugársela a muerte para defender lo que creemos en este país”.

El discurso duró 24 minutos. El candidato que también es impulsado por otros dos partidos: PVEM y Panal, ausentes en este mitin, lanzaba un mensaje que reflejaba a la vez su crítica posición en las encuestas.

“Hay quienes dicen con soberbia que el PRI ya se va; a los que dicen con soberbia que el PRI ya se va, les decimos que sí, que nos vamos de esta explanada a Los Pinos! No tengan duda, vamos a ganar”, expresaba optimista el candidato.

Entre selfies y abrazos, así terminaba este relanzamiento de Meade como candidato presidencial so pretexto de un encuentro entre candidatos priistas, donde lo único nuevo que dejaba a su paso era la esperanza de remontar las expectativas electorales con una nueva dirigencia al mando.