Migrantes LGBTIQ de El Salvador, entre la vida y la muerte

 

Por Javier Lira Tapachula, Chis., 24 Jun (Notimex).- Unos 13 integrantes de la Comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Intersex, Queers (LGBTIQ) que huyeron de El Salvador ante las agresiones, la homofobia, el odio y las amenazas de muerte de pandillas, se encuentran en esta región de México, en espera de una visa humanitaria para irse […]


Por Javier Lira

Tapachula, Chis., 24 Jun (Notimex).- Unos 13 integrantes de la Comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Intersex, Queers (LGBTIQ) que huyeron de El Salvador ante las agresiones, la homofobia, el odio y las amenazas de muerte de pandillas, se encuentran en esta región de México, en espera de una visa humanitaria para irse a la frontera norte y pedir asilo en los Estados Unidos.

Se reunieron el 27 de mayo en el municipio de Sonzacate del departamento Sonsonate, El Salvador, y acordaron partir rumbo a México el 27 de junio. Así lo hicieron, y tras un viaje de 16 horas en un autobús que alquilaron, arribaron a esta ciudad.

El éxodo ocurrió cuando ya no pudieron más. Todos han sufrido agresiones físicas y varios sufrieron golpizas en público, a la entrada de sus viviendas o al lado de sus parejas.

Una de las chicas Trans cuenta a Notimex que fue golpeada hasta que le reventaron los implantes de seno que se había hecho unos meses antes; le dieron puntapiés hasta que se cansaron, quedando con heridas profundas en la frente.

Ellas y ellos coinciden en que las agresiones verbales las han soportado toda su vida y que el maltrato familiar es la constante. Ahora, en este viaje, se consideran una pequeña familia que ha decidido emigrar para conservar su vida.

Pero, las advertencias que tuvieron en El Salvador retumban aún en sus oídos: “Si te volvemos a ver en cualquier lugar, te vamos a matar”. Algunos de sus amigos gays más cercanos fueron asesinados.

A la fecha llevan cuatro semanas en una casa sin muebles que rentan en Tapachuala, Chiapas, por dos mil pesos mensuales, donde sobreviven por despensas que los donan eventualmente y duermen sobre colchonetas. Hay quienes tienen su cita en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados Comar, hasta el mes de agosto.

Pero ellos aguardan, porque no quieren volver más a El Salvador, pues incluso hace unos días, cuando uno de ellos subió una foto a su perfil de Facebook, le advirtieron que ya saben donde está y que lo matarán.

Este grupo de salvadoreños y salvadoreñas, que ingresó a México con sus documentos, tiene claro su objetivo: esperar la visa por razones humanitarias, llegar a la frontera de Ciudad Juárez y pedir asilo a Estados Unidos por su preferencia sexual en su país.

Al menos 12 de ellos accedieron a fotografiarse por este reportero gráfico, pero quien recibió amenazas recientes en redes sociales declinó. En el grupo también se encuentra una bebé, hija de una de las chicas del éxodo.

En su condición y ante el hostigamiento y las presiones, los integrantes del grupo no pueden trabajar, sobreviven en condiciones precarias en la casa que rentan gracias al dinero que les mandan algunos familiares que ya están en Estados Unidos.

Los chicos y las chicas salvadoreñas esperan, una vez que les den sus visas humanitarias, recibir ayuda para movilizarse por tierra a la frontera norte de México y solicitar formalmente su asilo político por sus preferencias sexuales.

-Fin de nota-

NTX/JL/ASG/MTG