Natalicio de Don Miguel Hidalgo y Costilla

 

A pesar de los logros obtenidos, la disciplina y correcta conducción de las tropas del Ejército Virreinal ocasionaron que el bando insurgente fuera derrotado en diversas ocasiones.


Conocido como el Padre de la Patria por iniciar la Guerra de Independencia, Miguel Hidalgo y Costilla, nació en la Hacienda San Diego de Corralejo, actual municipio de Pénjamo, Guanajuato, el 8 de mayo de 1753. Al ser Criollo pudo estudiar la carrera sacerdotal, en el Clero Regular, por lo que llegó a ocupar el cargo de Cura del poblado de Dolores (Guanajuato).

Hidalgo al igual que otros criollos y mestizos de estas tierras, comenzaron a cuestionar a las autoridades españolas debido a la situación que se vivía en la Nueva España. Por tal motivo, se organizaron conspiraciones en contra del gobierno virreinal, siendo Hidalgo partícipe de ellas. Al ser descubierta la conspiración en la que participaba, la madrugada del domingo 16 de septiembre de 1810, al repique de la campana de la Iglesia de Dolores, Hidalgo llamó a los pobladores para luchar contra el mal gobierno y a terminar con el dominio español, con este acto dio inicio la Guerra de Independencia.

Los ideales de su movimiento provocaron que numerosos pobladores se unieran a su causa, por lo que pudo emprender una campaña en contra del gobierno de la Nueva España y alcanzar victorias como la toma de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, la toma de las ciudades de Valladolid y Toluca, así como el triunfo de la batalla del Monte de las Cruces. Lo anterior permitió a Hidalgo organizar un gobierno provisional, decretar la abolición de la esclavitud, la supresión del tributo pagado por indígenas al Rey español y la restitución de tierras usurpadas por haciendas.

A pesar de los logros obtenidos, la disciplina y correcta conducción de las tropas del Ejército Virreinal ocasionaron que el bando insurgente fuera derrotado en diversas ocasiones. Esto provocó que el movimiento independentista se dividiera e Hidalgo avanzara hacia el norte, sin embargo debido a una traición, el 21 de mayo de 1811, fue capturado en el poblado de Acatita de Baján, localizado en las cercanías de Saltillo, Coahuila. A los 58 años de edad, Hidalgo fue procesado por leyes civiles y religiosas, donde fue acusado de rebelión y de herejía; una vez que se le excomulgó fue condenado a morir fusilado, suceso que tuvo lugar el 30 de julio de 1811.