ONGs piden ser escuchadas para megaproyectos del sureste

ONGs piden ser escuchadas para megaproyectos del sureste
 

Proyectos como el Tren Maya, el Corredor Transístmico, Parques Eólicos y Desarrollos Turísticos, contemplados en el “Plan de Desarrollo para el Sureste Mexicano” propuesto por el Gobierno Federal, podrían afectar directamente a los pueblos originarios en la Península de Yucatán y el Istmo de Tehuantepec. Así lo aseguro a Capital Media la investigadora Aida Luz […]


Proyectos como el Tren Maya, el Corredor Transístmico, Parques Eólicos y Desarrollos Turísticos, contemplados en el “Plan de Desarrollo para el Sureste Mexicano” propuesto por el Gobierno Federal, podrían afectar directamente a los pueblos originarios en la Península de Yucatán y el Istmo de Tehuantepec.

Así lo aseguro a Capital Media la investigadora Aida Luz López, Profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).

“Precisamente la diversidad biológica está asociada a las formas de vida de los pueblos que habitan en esa diversidad, desde hace cientos de años, entonces cambiar la dinámica con proyectos de tan alto impacto, pues no solo pone en riesgo a la diversidad biológica sino a también a la Diversidad Cultural y las formas de vida”.

Para la Investigadora especializada en ecología-política, los miembros de las comunidades de los pueblos originarios de la península de Yucatán, tienen derecho a decidir su propio desarrollo, contenido en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Lo que se ha venido demandando en los últimos meses es que se hagan las consultas, pero con los parámetros de este convenio, que no es lo mismo que el referéndum, de poner una boleta y que cada quien marque una cruz si está de acuerdo o no, sino que tiene que ser un proceso de dialogo y hasta cierto punto de negociación con las comunidades”.

Ya que el proyecto del “Plan de Desarrollo para el Sureste Mexicano” está en proceso de elaboración y no existe un trazo oficial, organizaciones no gubernamentales pedirán al Gobierno de México, ser escuchados.

“Tiene que haber un proceso de dialogo, que incluya la posibilidad incluso que haya comunidades que haya comunidades que digan que no, que no lo quieren, eso parece que en el discurso, en las declaraciones que se hacen desde las instituciones No cabe esa posibilidad, ni siquiera cabe la posibilidad de buscar otras formas de desarrollo”.

Para la Investigadora, el territorio de la Península de Yucatán, tiene una gran fragilidad y vulnerabilidad, por sus condiciones de biodiversidad y la conformación del suelo.

“En realidad no están pensándose estrategias de desarrollo comunitario sino simplemente la renta de la tierra para poner un determinado proyecto, que evidentemente tiene la mayor rentabilidad la empresa y a ellos simplemente se les va a pagar una renta”.

Ante el anuncio de ocupar mano de obra de personas migrantes provenientes de Centroamérica, en corredores para la industria maquiladora, y para contener la migración hacia Estados Unidos, no se ha pensado en los impactos de las formas de vida de los pueblos originarios mexicanos.

“Estamos hablando de que la gente deje de dedicarse al campo, a la pesca, a las formas que ellos tienen, para integrarse también a la maquiladora para convertirse en fuerza de trabajo, de estas industrias o al servicio del Turismo, y eso también generaría un enorme impacto en la biodiversidad biológica”.

Durante dos días, en el Foro “Megaproyectos, Geopolítica y Territorios indígenas”, organizaciones civiles, no gubernamentales y de pueblos originarios externaron sus preocupaciones e inconformidades ante el “Plan de Desarrollo para el Sureste Mexicano”.