La XLIV Legislatura arrancó con la mayoría de Morena y sus aliados tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados, dejando al resto de las fuerzas políticas mermadas debido a la pérdida de escaños en la elección del 1 de julio.
Actualmente la oposición, conformada principalmente por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), se encuentran inmersos en procesos de revisión y autoevaluación de los últimos resultados electorales y, al mismo tiempo, ocupados en hacer frente y ser contrapeso al nuevo gobierno federal y al partido mayoritario en ambas cámaras legislativas.
Por el lado del PAN, su militancia acaba de renovar a todo el Comité Ejecutivo Nacional; este lunes, Manuel Torres Cofiño, le entregará la estafeta blanquiazul a Marko Cortés, cercano al ex candidato presidencial, Ricardo Anaya para encabezar un nuevo proyecto prometiendo hacerle frente y convertirse en oposición al nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Tras haber conseguido la dirigencia nacional, Cortés invitó a Cofiño a formar parte de su equipo, quien inmediatamente rechazó el ofrecimiento.
La alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano provocó la fuga de militantes panistas, el caso más reciente fue el del ex presidente Felipe Calderón, quien siguió los pasos de su esposa y ex candidata independiente a la presidencia, Margarita Zavala y ahora ambos se preparan para crear una nueva fuerza política. Por otro lado, este domingo Damián Zepeda, quien se desempeñaba como coordinador parlamentario en el Senado, renunció a la coordinación debido al resultado de la elección interna. Entre los temas más relevantes dentro de la agenda legislativa del PAN se encuentran el fortalecimiento del Sistema Nacional Anticorrupción, disminuir el impuesto a las gasolinas, promover una Fiscalía General autónoma e independiente, entre otros.
Previo a la elección del pasado 1 de julio, el PRD venía acarreando una crisis de identidad, la renuncia de militantes y la lucha de las corrientes ideológicas o tribus para hacerse con el control del partido. Además de haber fracasado en la elección presidencial, el PRD perdió uno de sus bastiones más importantes, la Ciudad de México. El sol azteca fue derrotado el 1 de julio por la fuerza y el impulso de López Obrador, quedando Claudia Sheinbaum como la sucesora de Miguel Ángel Mancera, quien ahora se desempeña como senador y coordinador del patido en la cámara alta. Ahora, su agenda legislativa está enfocada en el tema educativo, el salario mínimo y acabar con los gasolinazos.
Los cambios en la dirigencia del PRI durante la elección presidencial, la falta de fuerza de su candidato a la presidencia José Antonio Meade y la baja aprobación de la gestión del presidente Enrique Peña Nieto fueron algunos de los factores que llevaron al tricolor a perder fuerza y representación en todo el país. La fatal de coordinación llevó al partido a su segundo gran fracaso electoral desde que perdieron el poder en el 2000. Claudia Ruiz Massieu está actualmente al frente del partido, René Juárez Cisneros, su antecesor, se encuentra como diputado federal al igual que Enrique Ochoa Reza. Aunque los priistas lograron mantener el Estado de México, el congreso local es controlado por Morena, al igual que la mayoría de las presidencias municipales. Su agenda legislativa también plantea ser una firme oposición a Morena y Andrés Manuel López Obrador. Transparencia, rendición de cuentas, paz y seguridad, son solo algunos de los temas que buscarán defender.
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