Entre protestas de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el presidente Andrés Manuel López Obrador les dijo que atenderá sus demandas pero no pueden “ser rebeldes sin causa” ni intransigentes.

En Tierra Caliente y ante el gobernador Silvano Aureoles —al que le gritaron “ratero” y “fuera”— les advirtió a los maestros disidentes que mantienen bloqueos que no caerá en provocaciones ni los reprimirá.

“No se puede ser rebelde sin causa, nada de intransigencias y ni así me van a provocar para que use la fuerza pública para me acusen de represor, de autoritario, no, no”, expresó.

A los radicales les dijo que son muy conservadores porque no quieren la reconciliación.

En la presentación del programa “Apoyos Producción para el Bienestar” que inició con 90 minutos de retraso, afirmó que atiende sus demandas e incluso mandó una iniciativa para derogar “la mal llamada Reforma Educativa”.

En el recinto ferial les dijo que tiene conocimiento de los problemas en Michoacán, qué sabe a lo que se enfrentaría porque “están caldeados los ánimos”.

Manifestó que llegó para hablar de frente y sin guardaespaldas.

Les pidió que tengan paciencia porque no puede resolver los problemas de la noche a la mañana.

En la entidad, grupos de maestros disidentes mantiene bloqueos en varios puntos en demanda de pago de salarios.

Desde temprano, los profesores disidentes tomaron la caseta de Zitácuaro en protesta por la falta de salarios. Portaron pancartas con la leyenda “Ya paga, primaria. Silvano ratero”.

Otro grupo fue desalojado del recinto ferial en donde se presentó el programa “Apoyos Producción para el Bienestar”.

Los disidentes cercaron los accesos al recinto. Entre empujones y golpes, entró en una camioneta suburban negra el primer mandatario.

En el evento, el primer mandatario llamó a la unidad y declararle pleito a la corrupción.

En medio de gritos e insultos, el gobernador Silvano Aureoles le dijo al primer mandatario que cuenta con todo su apoyo. No mencionó el conflicto magisterial.

López Obrador no intervino para demandar respeto como sucedió en giras con los mandatarios de Oaxaca, Alejandro Murat, y de Guerrero, Héctor Astudillo.

López Obrador convocó a dejar atrás las diferencias para lograr la reconciliación ya que el “partido que rifa, el mejor partido, el pueblo de México”.

“Hay que declararle el pleito a la corrupción, desterrar la corrupción y lo vamos a lograr, me canso ganso, pero no pelearnos entre hermanos”, clamó.

Destacó la presencia de pastores evangélicos, libres pensadores y del arzobispo de Michoacán, Carlos Garfías, ya que dijo en unidad se logrará la transformación del país.

Como parte del programa “Apoyos Producción para el Bienestar” se entregarán apoyos a 2.8 millones de productores.

Después, se trasladó por tierra a Ciudad Altamirano, Guerrero para presentar el “Programa Nacional de Fertilizantes”.

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