Por qué los defensores de la tierra son tan vulnerables

Por Andrea Molina

Según el informe ¿A qué precio? de la organización Global Witness, México ocupa el tercer lugar en América Latina en muertes de activistas defensores de la tierra y del medio ambiente.

Los gobiernos en vez de proteger a estos activistas, se han vuelto menos tolerantes, una situación que se refleja en el aumento de las detenciones.

Y no solo son las detenciones, los defensores de la tierra se enfrentan a un largo periodo de violencia, pues la organización Global Witness calcula que por lo menos 207 personas en América Latina fueron asesinadas en 2017 por defender la vida y el territorio.

En el marco de la defensa de los derechos humanos, diversos organismos a nivel nacional e internacional han identificado a las personas defensoras de la tierra, el territorio y el medioambiente como un grupo especialmente vulnerable tanto en México como a nivel global.

¿Por qué son tan vulnerables?

En entrevista con CAPITAL MÉXICO, Rodrigo Espejel, activista y defensor de derechos humanos, expresa que es evidente la vulnerabilidad que viven las personas que trabajan para preservar el medio ambiente.

“Más que nada, se les define como invisibles, pues su trabajo no es visible y son personas que trabajan en zonas rurales y con pocos recursos” expresó.

Al defender la tierra, los recursos y a los pueblos originarios, se enfrentan a intereses económicos públicos y privados, como empresas transnacionales que quieren utilizar los recursos para intereses económicos.

Estos defensores son estigmatizados por el gobierno y también por la sociedad en general y se crean campañas de “criminalización y desacreditación y reciben amenazas constantemente”.

Otro obstáculo con el que se enfrentan es la dimensión en la que hay falta de investigaciones sobre los ataques e intimidaciones. No hay una base jurídica en México que sea sólida para su protección.

En el 2012, se creó un mecanismo llamado la ley de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas, que a su vez ordena la creación del mecanismo de para proporcionar medidas de protección preventivas para personas defensoras que se encuentran en situación de riesgo; pero este falla, y es casi inexistente.

Por lo tanto, “hacemos un llamado a los gobiernos y a las empresas para que asuman la responsabilidad, den prioridad a las personas defensoras y apoyen y protejan a las personas defensoras en riesgo”.