Por qué México apoya a la Venezuela de Maduro

La política exterior del gobierno mexicano se basa principalmente en los principios de no intervención, protección de derechos humanos y cooperación para el desarrollo
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La relación entre México y Venezuela ha pasado por buenos y malos momentos, estos últimos derivados de la crisis humanitaria y de derechos humanos.

Cuando Vicente Fox y Hugo Chávez se desempeñaban como mandatarios, ambos países comenzaron con el pie derecho una relación bilateral de armonía, entendimiento y diálogo.

Sin embargo, la buena relación que ambos tuvieron a inicios de 2005 comenzó a desgastarse con insultos y descalificaciones en el que Chávez llegó a llamar a Fox ‘cachorro del imperio’, mientras que Fox declaraba que su homólogo había perdido el rumbo.

Esto exigió una disculpa por parte del gobierno mexicano, la cual no llegó y terminó por llevar la relación bilateral al punto de quiebre cuando la Secretaría de Relaciones Exteriores le ordenó al embajador Enrique Manuel Loaeza retirarse del territorio venezolano. Vladimir Villegas, el embajador de Venezuela en México, también se retiró del país por instrucciones del Ministerio de Exteriores. En ambas embajadas quedaron responsables y la relación se enfrió y llegó a punto muerto.

Al concluir el sexenio de Vicente Fox, Felipe Calderón triunfó en la elección; Hugo Chávez seguía gobernando en Venezuela. Parte de la estrategia de campaña del panista estuvo centrada en la comparación de Andrés Manuel López Obrador, rival de Calderón en la elección, con Hugo Chávez.

Las diferencias no impidieron que Calderón visitara Caracas en 2011 con motivo de la Cumbre de la Comunicad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. En el encuentro Calderón-Chávez, se acordó que el venezolano visitaría territorio mexicano, cosa que no ocurrió.

Cuando Enrique Peña Nieto llegó a la presidencia de México y con la muerte de Hugo Cávez, el mandatario mexicano visitó Caracas para asistir a los funerales de Estado. En este punto, Nicolás Maduro, quien se desempeñaba como vicepresidente de Venezuela, asumió el puesto vacante de su jefe.

El cambio de mando al interior de la Secretaría de Relaciones Exteriores también vino a modificar la relación con Venezuela. La postura mexicana cambió a un tono de crítica y señalamientos debido a la crisis humanitaria que comenzaba a gestarse en 2012.

La última elección presidencial en México, donde Andrés Manuel López Obrador se alzó con la victoria, marcó un nuevo antes y después en la relación con Venezuela.

López Obrador ha reiterado que la política exterior mexicana se apegará a lo que dicta el artículo 89 constitucional, donde se enumeran los principios de no intervención y libre autodeterminación de los pueblos.

Y ante el reciente episodio en Venezuela donde Juan Guadió, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela se auto proclamara presidente y el reconocimiento de  varios países latinoamericanos y de Estados Unidos, el gobierno mexicano dejó en claro que seguirá reconociendo a Nicolás Maduro como el presidente de Venezuela e hizo un llamado para que el conflicto se solucione por la vía pacífica.

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