Posible armonía entre actividad empresarial y respeto a derechos humanos

 

México, 14 Feb (Notimex).- El respeto a los derechos humanos y el sano ejercicio económico del sector empresarial no se contraponen, sino que se complementan, aseguró el segundo visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Enrique Guadarrama López. Al presidir el Segundo Coloquio sobre Responsabilidad Empresarial y Derechos Humanos, aseguró que […]


México, 14 Feb (Notimex).- El respeto a los derechos humanos y el sano ejercicio económico del sector empresarial no se contraponen, sino que se complementan, aseguró el segundo visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Enrique Guadarrama López.

Al presidir el Segundo Coloquio sobre Responsabilidad Empresarial y Derechos Humanos, aseguró que el binomio del respeto a éstos y la actividad empresarial es posible mediante el impulso a una cultura.

Para ello, el Estado debe lograr el equilibrio entre los derechos humanos de las personas que se relacionan con las empresas y los derechos de éstas a la libertad comercial, agregó.

Es por eso que el Estado debe diseñar y ejecutar medidas que permitan un esquema de ganar-ganar para las partes, ya que sólo así se alcanzará el desarrollo sostenible y respetuoso de los derechos humanos.

Durante su intervención en este encuentro, Guadarrama López aseguró que en la construcción de una cultura de respeto a los derechos humanos es imprescindible escuchar al sector privado, ya que en un trabajo conjunto todas las partes aportan propuestas y sugerencias.

Al parafrasear a John Ruggie, el segundo visitador destacó que no hay una empresa que quiebre por respetar derechos humanos, pero es muy posible que se arruine por no hacerlo.

Reconoció que es innegable que todas las empresas, sin importar el sector industrial al que se dediquen, su tamaño o naturaleza pública o privada, pueden impactar positiva o negativamente sobre las prerrogativas fundamentales.

Y en ello los actores principales son las propias empresas y el Estado, al que se suman los esfuerzos de los organismos públicos de protección y defensa de los derechos humanos. El reto es lograr que el impacto sea positivo, agregó.

Señaló que el respeto a los derechos fundamentales permite a la empresa generar lazos de confianza entre sus trabajadores, consumidores y usuarios de sus productos y servicios, así como entre las comunidades con las que interactúa.

Además los lazos de confianza crean modelos empresariales sostenibles y generan beneficios a las empresas como innovación y crecimiento; les permiten operar con mayor seguridad y menor riesgo de fracaso en proyectos; generan imagen positiva mediante la publicidad, así como reconocimiento y éxito.

 

 

NTX/EGL/MMH