Presentan acciones de Estrategia Nacional de Lectura

 

Guadalupe Vallejo Mora México, 26 Jun (Notimex). –El gobierno federal dio a conocer las acciones de la Estrategia Nacional de Lectura basado en tres ejes centrales: formativo, material y persuasivo, mediante los cuales se pretende un proceso de creación de hábitos de lectura, la disponibilidad de los textos, así como la disposición colectiva hacia los […]


Guadalupe Vallejo Mora

México, 26 Jun (Notimex). –El gobierno federal dio a conocer las acciones de la Estrategia Nacional de Lectura basado en tres ejes centrales: formativo, material y persuasivo, mediante los cuales se pretende un proceso de creación de hábitos de lectura, la disponibilidad de los textos, así como la disposición colectiva hacia los productos escritos y la habilidad para descifrarlos.

La estrategia, que estará bajo la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, encabezada por Eduardo Villegas Megías, consiste en invitar a realizar el servicio social de estudiantes universitarios en una biblioteca pública.

Para ello, se ofertarán mil 300 becas con un estímulo total de seis mil pesos cada una. La convocatoria ya está abierta y también será difundida en las propias redes sociales del Gobierno de México.

Además, los nuevos planos de barrio de las salidas del Metro de la Ciudad de México incluirán la ubicación de las bibliotecas y librerías de la zona.

“Estos dos ejemplos son representativos del espíritu de la Estrategia Nacional de Lectura, porque ambos muestran lo mucho que se puede lograr cuando se trabaja en equipo y se tiene claridad con una meta en común”, anotó Villegas Megías.

En Palacio Nacional, ante el presidente Andrés Manuel López Obrador y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, resaltó que los tres ejes tienen como objetivo comprender e interactuar con la realidad, por lo que no se trata de moldes absolutos o excluyentes.

Eduardo Villegas mencionó que el primer eje, formativo, agrupa las acciones que se proponen o contribuyen a formar hábitos de lectura. Ello, dado que los “hábitos de lectura, como la mayoría de nuestros hábitos, se forman durante la infancia y la adolescencia”.

De tal suerte que se buscara atender los tres factores que inciden en la sedimentación y refuerzo de las prácticas lectoras: población infantil, el entorno familiar y docente.

Mediante el segundo eje, denominado material, se pretende que quien tenga ganas de leer pueda hacerlo, ya sea porque conoce dónde hay una biblioteca cercana, con personal capacitado y un acervo acorde; porque tiene la posibilidad y las facilidades para adquirir los títulos de su preferencia o bien, porque las nuevas tecnologías ofrecen textos atractivos.

“El desafío es gigantesco, no sólo por las diferencias socioeconómicas del país, sino por la complejidad religiosa, étnica y multicultural, y la asignatura pendiente es integrar en esta estrategia justamente las lenguas originarias”, enfatizó.

“El tercer eje lo llamamos persuasivo, en cuanto que tiene como meta resignificar en el imaginario colectivo el hecho mismo de la lectura. El punto es posicionar todas las ventajas del mundo escrito tanto para el buen desarrollo individual como para el conjunto social”, añadió el coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México.

Refirió que “no se trata de fetichizar los libros y los documentos, sino de invitar a la exploración de las épocas, las fantasías, los saberes y las culturas que se hayan ocultos en las repisas de un librero empolvado o incluso en una modesta aplicación de libros electrónicos en mi célula”.

En este marco, llamó a gobernadores, rectores y legisladores, así como la ciudadanía en general a sumarse a las acciones en pro de la lectura”, pues el país ha dedicado muchísimos recursos para aumentar la comprensión de textos, las pruebas nacionales e internacionales muestran muy pocos avances en términos de comprensión lectora.

Incluso, dentro de la región de Latinoamérica nos encontramos lejos de los primeros lugares, indicó al destacar sin embargo que los esfuerzos han sido insuficientes y lo seguirán siendo mientras estas acciones se lleven a cabo de manera aislada como venía sucediendo hasta tiempos recientes.

“La señal era clara en ese momento como lo es ahora, existe interés al más alto nivel por conseguir un cambio profundo en la situación de la lectura en México”, dijo.

Recordó que la Estrategia Nacional de Lectura no es un programa con un presupuesto anual y reglas de operación, sino la instancia que busca cobijar, inducir y hacer visible todas las acciones que se llevan a cabo a propósito de la lectura.

La idea que da vida a esta estrategia surge del anuncio de los 100 compromisos de gobierno que anunció el propio presidente de la República el 1 de diciembre de 2018, comentó.

Se trata, puntualizó, de conocer, analizar y aprovechar de la mejor manera los recursos públicos y privados que se destinan para que nos convirtamos en una sociedad plena en sus facultades intelectivas y creadoras.

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NTX/GVM/MTG