AMLO promete a Michoacán apoyo a universidades públicas

 

Cerró este día su campaña en Morelia luego de haber visitado Acapulco


Por Dalila Martínez

Ni el retraso de tres horas, ni el mitin de su contrincante del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, realizado en una plaza cercana, ni la lluvia intermitente, fueron suficientes para vencer a los seguidores de Andrés Manuel López Obrador que lo esperaron la tarde de este lunes sobre la principal avenida del centro de la ciudad, para realizar el penúltimo cierre de su campaña proselitista en Morelia.

El candidato llegó ofreciendo disculpas y justificó su demora porque venía llegando de Acapulco, Guerrero, donde ofreció acabar con la violencia y el retraso de la entidad.

López Obrador no pudo asistir al pequeño acto-homenaje que el rector de la Universidad Michoacana, Medardo Serna y los dirigentes sindicales universitarios le habían preparado en el Colegio de San Nicolás, a pesar de que el primero había ofrecido no hacer de la máxima casa de estudios “una arena política”.

Llegó apresurado, en mangas de camisa blanca y acompañado de Juan Manuel Mireles Valverde, el ex líder de las autodefensas que fue ovacionado más que ningún candidato cuando López Obrador lo presentó.

Ya en su discurso, apuntó que “este fue el cierre de una campaña exitosa”, en donde aseguró que le fue “bien, requetebién” y reiteró su ya famoso “este arroz ya se coció, porque vamos arriba con un margen del 25 al 30 por ciento”.

Reiteró sus promesas de campaña de dotar a los adultos mayores de una pensión al doble de lo que ahora perciben; de dar a los jóvenes la opción de estudiar con becas de hasta tres mil 600 pesos; de no dejar fuera de las aulas ningún muchacho que quiera estudiar en la Universidad y de tener “becarios sí, sicarios no”.

Y en este contexto ofreció apoyar a las universidades públicas con mayor presupuesto, y entre ellas “incondicionalmente” a la Universidad Michoacana, que desde hace años padece una profunda crisis que la ha llevado al borde del colapso.

No solo prometió no cerrar las escuelas normales, sino que dijo que creará nuevas escuelas para maestros, al mismo tiempo que dará marcha atrás a la reforma educativa.

Una vez más conmino a sus seguidores, que llenaron la principal avenida de la ciudad desde la sede del congreso local hasta el antiguo mercado de dulces, a emitir un voto parejo, ya que dijo que México y sus ciudadanos “somos testigos de un momento estelar en la historia política del país y llevaremos a cabo una cuarta transformación sin violencia”.

Reto entonces: “quieran o no quieran me van a tener que poner la banda presidencial el 1 de diciembre”, y dijo que “desde ese momento comenzaremos a hacer los cambios necesarios para transformar la país”.

Al final de su discurso que un poco mas de media hora y después de cantar el himno nacional y de las porras a las comunidades indígenas de Michoacán, los asistentes alentados por un animador, bajaron los banderines de todos los partidos y encendieron las luces de teléfonos celulares, al tiempo que se balanceaban como en un concierto de rock.