Recorte a los partidos privatizará democracia

 

Especialistas en la materia alertan por entrada dinero ilícito


ARTURO DAMIÁN / JULIO PÉREZ DE LEÓN

Han pasado 25 días desde el temblor del 7 de septiembre y 13 del registrado el 19 del mismo mes y hasta el momento diversos actores de los partidos se han enfrascado en discusiones sobre destinar los recursos de los institutos políticos a los damnificados por los movimientos telúricos; sin embargo, especialistas en materia electoral, exconsejeros y actuales consejeros electorales cuestionan las diversas propuestas que se han presentado hasta el momento.

Fue la exigencia ciudadana la que obligó a los partidos políticos a regresar el dinero que se les otorga para su financiamiento, y aunque aceptaron devolver los recursos, los especialistas consultados por CAPITALMEDIA coinciden en que se pone en riesgo la democracia al abrir la puerta al patrocinio privado o ilícito.

Para los actuales consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), Pamela San Martín y Ciro Murayama el riesgo de que se realicen campañas sin recursos públicos, es que no se sabría en manos de quiénes están los organismos partidistas.

Tanto San Martín como Murayama consideraron que hasta ahora el dinero público otorgado a los partidos ha garantizado medidas mínimas de equidad en las competencias.

La consejera puntualizó en que es necesario “repensar el modelo democrático en el país y no sólo establecer propuestas a reclamos de la sociedad, que son válidos, pero que no resuelven de fondo el problema”, como es eliminar el financiamiento a partidos. Sobre este punto Ciro Murayama lanzó algunas preguntas.

“¿Serían los poderes fácticos quienes financien a los partidos y a los candidatos?, ¿eso qué efectos tiene sobre la transparencia, sobre la rendición de cuentas? ¿Los partidos políticos en manos de quiénes estarían?, ¿qué puertas irían a tocar?, este país es muy desigual, sabemos la amenaza que representan las fuentes ilícitas de financiamiento”, refirió.

Para el exconsejero Javier Santiago Castillo la propuesta representa un riesgo para la democracia porque alteraría las posibilidades de competencia electoral de los partidos entre aquellos que puedan allegarse o no recursos para su campaña, pero el riesgo va más allá.

“Dejaría abierta la puerta de par en par para que los poderes fácticos se convirtieran en factor determinante en la competencia electoral o también para que la delincuencia organizada participe de manera muy abierta en el financiamiento de las campañas. Entonces es muy riesgoso suprimir de golpe el financiamiento a los partidos políticos en vísperas de una elección tan importante”, señaló Santiago Castillo.

De altos costos

De acuerdo con Javier Aparicio del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) la apuesta de reducir a cero el presupuesto de partidos para atender una contingencia tiene costos riesgosos.

“No es tan fácil decir vamos a tomar el dinero de los partidos para atender a los damnificados porque tiene este costo; ahora, si los actores políticos están dispuestos a asumir ese costo y la sociedad lo acepta eso ya es otro boleto, pero a la vuelta del tiempo podríamos acabar con una democracia de menor calidad”.

Agregó que al no tener ingresos los partidos justificarían su búsqueda de recursos y eso legitimaría males que ya existen como lo que llamó el mercado de favores.

“Es un riesgo muy real porque ese mercado ya existe sabemos

de los moches, de las licitaciones, de la corrupción, existe un mercado de favores políticos, ya existe. Entonces, la propuesta de desaparecer financiamiento de partidos es que el mercado de favores se haga más grande y difícil de fiscalizar”, adujo Aparicio, quien refirió que por lo menos en este momento el INE puede exigirle cuentas a los partidos por el dinero que manejan.

Sin controles

Sin embargo, ante la recaudación de dinero privado, la responsabilidad de los controles y el manejo transparente de los recursos recaería en los propios partidos, explicó el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, César Astudillo.

Pero la situación se complica debido a que aún en el financiamiento público existen dudas durante los procesos electorales.

Así lo reconoció Ciro Murayama, quien indicó que cualquier modelo de financiamiento puede tener medidas negativas, por ello, dijo que “el financiamiento público tiene muy mala fama, pero al mismo tiempo aquí debemos ver cuáles son los menores efectos secundarios”.

Además precisó “los donadores en política nunca son desinteresados, siempre están esperando de quien llegue al poder, quien llegue al gobierno, y haya correspondencia hacia una empresa, hacia un sector, hacia intereses particulares y esto lo deberíamos discutir”, indicó el funcionario electoral.

Eso sí todos los especialistas consideraron que el momento coyuntural que abrió la discusión de revisar el financiamiento público a partidos políticos debe aprovecharse y revisar los montos porque a nivel mundial, México es el país que entrega más dinero a sus institutos políticos lo que genera molestia en una sociedad tan desigual.

“Tienen que darse cuenta de que si no se toman medidas hay riesgo de una crisis política complicada porque al lastimar a la población con estas acciones y conductas se va acrecentando la inconformidad”, advirtió Javier Santiago Castillo.

El investigador del CIDE Javier Aparicio sin embargo considera que la actitud asumida por todos los partidos políticos de “autolimitarse” es un “juego de espejos” en el que buscan la simpatía de una sociedad que ya no les cree.

“Yo diría que sería muy saludable revisar el régimen de financiamiento a partidos yo creo que disminuir el financiamiento sería saludable. Cambiar las reglas sería muy saludable para la democracia; llevarlo hasta cero, creo que no es la mejor de las ideas por eso incluso no le creo a los partidos y creo que están blofeando”, concluyó.