Senado cerró la puerta a violadores y pederastas de menores de edad: Nancy Sánchez Arredondo

La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas informó que cada año se cometen al menos 600 mil delitos sexuales; nueve de cada 10 víctimas son mujeres. La mitad de estos ilícitos son cometidos en el hogar de la víctima, 60% de las veces por familiares o personas conocidas; cuatro de cada 10 víctimas son menores de 15 años.

Por ello, la reforma que aprobó el Senado para eliminar la prescripción de los delitos sexuales contra menores de edad, es un paso trascendental para combatir ilícitos como la pornografía infantil o la pederastia, pero sobre todo, para garantizar justicia y la reparación del daño a las víctimas, aseguró la senadora Nancy Sánchez Arredondo.

Sánchez Arredondo celebró la reforma, porque “el Senado cerró la puerta a la impunidad en los delitos sexuales contra menores de edad”.

Advirtió que, en muchos de los casos de abuso sexual, los infantes también son víctimas de extorsión y amenazas por parte de sus agresores, lo que ha representado para los delincuentes un recurso efectivo para evitar ser denunciados oportunamente.

La legisladora de Morena in indicó que, generalmente hasta que la persona adquiere una edad adulta y con ello mayor capacidad de comprensión sobre la magnitud del daño que recibió, es cuando deciden expresarlo y denunciar.

Sin embargo, al amparo de la anterior legislación, se perdía la oportunidad de castigar a los responsables, porque el delito prescribía; es decir, se extinguía la responsabilidad por el paso del tiempo.

Sánchez Arredondo acotó que, con la aprobación de esta reforma al Código Penal Federal, se fortalecen los instrumentos jurídicos para perseguir a violadores y abusadores sexuales de menores, mucho más allá de un tiempo fatal, con respeto al debido proceso a que tiene derecho cualquier acusado.

Expresó su beneplácito porque el consenso alcanzado en la Cámara de Senadores, para hacer frente al abuso en contra de niñas, niños y adolescentes.

Nancy Sánchez recordó que, a su paso como legisladora en Baja California, tuvo la triste experiencia de acompañar las denuncias de jóvenes que tuvieron el valor, cuando llegaron a una edad adulta, de denunciar los abusos y violaciones de que fueron objeto en una Casa Hogar.

“Qué bueno que se ha dado ese consenso para fortalecer la persecución de tan terrible crimen, porque el daño que causan estos delitos nunca sana”, lamentó.