Senadores de Morena y PAN se enfrentan por tema sobre Maduro

 

Senadores de Morena y el PAN se confrontaron por la decisión de México de abstenerse de emitir cualquier pronunciamiento sobre la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. El presidente de la Cámara Alta, Martí Batres, respaldó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de no sumarse al texto emanado del Grupo de […]


Senadores de Morena y el PAN se confrontaron por la decisión de México de abstenerse de emitir cualquier pronunciamiento sobre la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

El presidente de la Cámara Alta, Martí Batres, respaldó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de no sumarse al texto emanado del Grupo de Lima en el que se instó a Maduro a no asumir el cargo de presidente para otro mandato más.

Al respecto el senador de Morena, afirmó que la política exterior que sigue esta administración, es la correcta, apegada a los principios establecidos en la Constitución Política.

“Hay que recordar que en la Constitución están los principios de no intervención, determinación de los pueblos, solución pacífica de los conflictos, cooperación para el desarrollo, entre otros. Y sobre esos principios es que está trabajando el Gobierno. (…) Suficientes problemas tenemos en nuestro país, como para tratar de meternos en los problemas de otros países. Problemas hay en todos los países del mundo, en mayor o menor medida. Pero, no hay que ser farol de la calle, oscuridad de la casa. Primero hay que alumbrar aquí, hay que predicar con el ejemplo”.

Gustavo Madero, senador del PAN e integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores, América Latina y El Caribe, opinó que es un retroceso esta postura de México en torno a la crisis política, social y económica que se vive en Venezuela.

Consideró que nuestro país debe seguir siendo líder en defender la democracia y los derechos humanos a nivel internacional y no poner como pretexto el concepto de no intervención, para no cuestionar los atropellos en esa nación de Sudamérica.

“Pareciera que ahí hay otro entendimiento oscuro, de solaparse recíprocamente y no apoyar iniciativas que pudieran exhibir estas fallas. Yo creo que esto es un retroceso, que lamento mucho. Pero, así lo ha anunciado este gobierno de que va a ser una política exterior casi autista, no participar, no involucrarse, no comprar ningún compromiso o definición, porque lo que está mostrando es que también nadie opine sobre lo que pueda llegar a suceder aquí en México”.

El viernes pasado, en la reunión de cancilleres de naciones que conforman el Grupo de Lima, el subsecretario de Relaciones Exteriores de México para América Latina y El Caribe, Maximiliano Reyes, pidió a los países involucradas reflexionar sobre las consecuencias que tendría para los venezolanos tomar medidas que busquen tener injerencia en asuntos internos que entorpezcan el diálogo entre los actores involucrados y la comunidad internacional.

Dijo que México consideraba que la vía más efectiva para alcanzar los objetivos por los que se creó el Grupo de Lima, era mediante iniciativas de mediación y de diálogo, no de aislamiento.

Reiteró que el gobierno de México, en fiel seguimiento a sus principios constitucionales de política exterior, se abstendría de emitir cualquier tipo de pronunciamiento respecto a la legitimidad del gobierno venezolano.