“Si no pueden, renuncien”: Alejandro Martí a Calderón y García Luna

 

Pese a la declaración histórica de Alejandro Martí, Felipe Calderón señaló que sostuvo una sólida relación con el empresario.


Después del fallecimiento de Alejandro Martí, muchos recordaron el momento cuando le exigió a Felipe Calderón renunciar debido a la inseguridad que causó el asesinato de su hijo, Fernando Martí.

Fernando Martí fue secuestrado y ello derivó en un reclamo hacia el gabinete de seguridad del entonces presidente Calderón Hinojosa.

“Si no pueden, renuncien”, fue la frase dirigida a Calderón, Genaro García Luna, entonces secretario de Seguridad Pública, y Agustín Carstens, entonces secretario de Hacienda y Crédito Público.

“Pero no sigan ocupando las oficinas de gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada, que eso también es corrupción”, comentó.

El ex presidente Felipe Calderón lamentó la muerte de Alejandro y lo consideró como un mexicano ejemplar; además envió sus condolencias a la familia.

Pese a la declaración histórica de Martí, Felipe señaló que sostuvo una sólida relación con el empresario.

“Fue clave para la aprobación de la Acuerdo Nacional por la Justicia y la Seguridad, el programa más completo y con la mayor legitimidad en función de los poderes y organismos que lo suscribieron. Teníamos nuestras oficinas en el mismo edificio. En la última elección municipal de Valle de Bravo apoyó firmemente a la oposición. Me comentó su preocupación por la forma en que el crimen organizado intervino violentamente en favor de la candidatura de Morena. Descanse en paz”, escribió en su cuenta de Twitter.

Hay que recalcar que el 4 de junio del año 2008 fue cuando presuntos agentes federales secuestraron a Fernando Martí, durante un retén, quien viajaba a bordo de un BMW rumbo a su secundaria.

El 1 de agosto de ese año, 53 días después, el menor de edad fue hallado muerto en la Colonia Villa Panamericana en la delegación Coyoacán.

El cuerpo de Fernando fue localizado en la cajuela de auto Corsa, color plata con una leyenda que decía: por no pagar atentamente la familia.

KJ