Entre los gigantes de concreto de la UH Adolfo López Mateos, las 40 variedades de árboles frutales dan sombra y oxígeno entre los restos de la antigua torre Oaxaca, arruinada por el sismo del 85, en el Huerto Tlatelolco.
Este proyecto tiene un banco de semillas, 80 por ciento es propio, además de un sistema de captación de lluvia.
