Soledad Luévano pide hasta 20 años de cárcel a funcionarios que simulen adquisición de bienes y servicios

María Soledad Luévano Cantú Foto: @SoledadLuevano
María Soledad Luévano Cantú Foto: @SoledadLuevano 

La senadora por Morena, María Soledad Luévano Cantú, manifestó que a los funcionarios que cometan el delito de simulación de procedimientos, se les imponga una pena de 10 a 20 años de prisión y el equivalente a diez mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización vigente en el momento de […]


La senadora por Morena, María Soledad Luévano Cantú, manifestó que a los funcionarios que cometan el delito de simulación de procedimientos, se les imponga una pena de 10 a 20 años de prisión y el equivalente a diez mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización vigente en el momento de cometerse el delito.

Lo anterior, con el objetivo de abonar al combate contra la corrupción en todos los espacios de la Administración Pública Federal, por lo que presentó una iniciativa para crear un tipo penal que sancione a los servidores públicos que simulen o manipulen los procesos de adquisición de bienes y servicios del Gobierno federal.

La propuesta de la legisladora detalla que se entenderá como simulación de procedimientos y se equipará al delito de peculado, la simulación o manipulación de los procesos de adquisición de bienes y servicios de Gobierno federal establecidos en la Ley General de Adquisiciones Federal para favorecer a uno o varios de los ofertantes de los bienes o servicios adquiridos.

Aseguró que crear este tipo penal dará la garantía de que el Estado mexicano accederá a productos y servicios de mejor calidad, a mejores precios y en mejores condiciones de mercado, en beneficio del erario público, de la sociedad en su conjunto y de las empresas que ofrecen sus productos y servicios, puesto que “procesos transparentes y legales fomentan la competencia, eliminan el capitalismo de cuate y ponen piso parejo para todas las empresas”.

Recordó que en los últimos cinco sexenios, las adquisiciones de Gobierno federal se han convertido en un negocio, donde las compras y los contratos públicos se utilizan para enriquecer a funcionarios y empresarios corruptos.

Resaltó el caso de la adquisición de medicamentos, donde el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ordenó a todas las secretarías implicadas en el sector salud, que no permitan que tres empresas distribuidoras de medicamentos que resultaron favorecidas en el sexenio anterior, participen en ninguna licitación hasta que concluya una investigación por presunto influyentísimo o corrupción.