Un niño murió por comer pizza en León, Guanajuato. Los tres casos más sonados de intoxicaciones en México

 

Las enfermedades diarreicas son responsables de que 220 millones de menores enfermen cada año


Cada año, 600 millones de personas sufren alguna intoxicación alimentaria, lo que que representa casi una de cada diez personas en el mundo. De esas, 420 mil mueren, incluyendo 125 mil menores de cinco años, según el primer estudio elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2015.

De hecho, se calcula que las enfermedades diarreicas son responsables de que 220 millones de menores enfermen cada año y que de ellos 96 mil mueran.

Aquí los tres casos más sonados de intoxicaciones en México:

-Hugo Leonel Soto, de 4 años recién cumplidos, falleció en una clínica del seguro social presuntamente por una intoxicación alimentaria luego de que comiera una pizza en mal estado en León, Guanajuato .

Los padres del infante narraron a la Procuraduría que acudieron a una pizzería ubicada sobre el bulevar Torres Landa y consumieron una rebanada. Tras vomito y diarrea acudieron al hospital. Sin embargo, horas después de haberlos dado de alta, Hugo y su mamá volvieron a sentirse mal. Por lo que regresaron a la clínica  en donde finalmente el pequeño murió.

-Durante la celebración de un mitin del Partido Revolucionario Institucional en el municipio de Chilpancingo, en el estado de Guerrero, más de 700 militantes, quienes degustaron unos tacos de arroz con huevo y tortas de jamón, resultaron intoxicados con la bacteria estafilococo areus, causante de infecciones en la piel, neumonía y hasta intoxicación sanguínea.

Los afectados acudieron a dicho evento para apoyar el registro de su presidente municipal, Sergio Dolores, a la precandidatura de una diputación federal. El Comité Directiva Estatal del PRI se deslindó del hecho.

-En 1999, el ex líder perredista Martí Batres, actual presidente de MORENA, se vio envuelto en el escándalo de la llamada ‘leche Betty’, compuesto de derivados de soya y varios productos que se detecto venían contaminados con heces fecales. A los beneficiarios de ese programa se les ofrecía este producto a cambio de proporcionar su credencial de elector y se les invitaba a participar en marchas y mítines en favor de su entonces partido, el PRD. Los envases de esa bebida, contenían 940 mililitros en lugar de un litro, y en el reverso estaban los nombres de los diputados, entre ellos, el de Batres.

Los análisis del laboratorio concluyeron que la leche Betty ni siquiera era bebida láctea y que no debía ser consumida por humanos. La principal hipótesis que manejaban los expertos es que los fabricantes empleaban agua contaminada en el proceso.

BPG