Una buena en Guerrero

Vladimir Galeana Publicado el
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La actividad delincuencial es uno de los factores que inciden, lamentablemente, en nuestra forma de vida, y eso quiere decir que en este país como en muchos lugares se vive con miedo, con sobresalto, y hasta con pánico a causa de las actividades delincuenciales de diversos grupos que hasta ahora las estructuras gubernamentales no han podido detener. Para decirlo de otra forma, las policías y las estrategias de combate al delito han sido insuficientes e inadecuadas.

Y no es que trate de denostar los trabajos que se realizan desde las tres instancias de gobierno, el problema es que mantenemos el mismo esquema de policías mal preparados desde hace muchos años, y sobre todo las ligas que por desgracia hemos comprobado entre algunos policías y las temibles bandas del crimen organizado. Estamos viendo y viviendo una circunstancia inédita, porque parecería que no contamos con la capacidad institucional para detener esa orgía de sangre que corroe las entrañas del país.

La buena noticia es que existen lugares donde los compromisos gubernamentales van más allá de la simple promesa, y un caso especial es el del Estado de Guerrero, una entidad que se ha caracterizado por sus altos índices de violencia, y por la recurrencia y persistencia de los grupos organizados para mantener el terror en casi todas sus regiones. Independientemente del peligro que hasta ahora sigue representando la actividad delincuencial de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos, ubicada en el paraje de Ayotzinapa, donde comienza la Región de la Montaña.

El reporte del Sistema Nacional de Seguridad Pública indica que en Acapulco los índices del delito de homicidio disminuyeron en este año. En el comparativo 2018-2019 los homicidios dolosos bajaron durante febrero al pasar de 158 a 148, y en marzo, hasta el día 18, pasaron de 191 a 68 casos, y estas cifras están solventadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, de cuyas conclusiones se desprende que Guerrero ya no ocupa los primeros lugares en los recuentos.

Este es un gran logro porque las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que las estadísticas nacionales en delitos de alto impacto como el homicidio doloso, la entidad paso del primer lugar al sexto después de que durante 2015 lideró en este delito. El propio Gobernador Héctor Astudillo Flores ha sido enfático en el sentido de que no comparte tampoco que Acapulco,sea la ciudad más violenta, por el contrario, el número de homicidios ha bajado considerablemente.

El Ejecutivo Guerrerense ha estado preocupado por mejorar las operaciones de disuasión y de investigación de la actividad delincuencial, hasta ahora podemos decir que le ha cumplido a sus gobernados. No es fácil realizar una tarea de esta envergadura, principalmente porque hasta ahora los procesos de la operación de estrategias para la seguridad pública se imponían en razón de los intereses de la Federación. Pero también es buena noticia que hubo descenso en otros delitos como el robo de autos, secuestro y robo de combustible. Enhorabuena por Guerrero y su gobernador Héctor Astudillo Flores.

Al tiempo. Vladimir.galeana@capitalmedia.mx

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