Urge una sanitización de las lacras que dirigen Morena, afirma Porfirio Muñoz Ledo

El diputado Porfirio Muñoz Ledo dijo que es urgente una “sanitización de las lacras” que están en la dirigencia del partido de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), encabezada por Mario Delgado Carrillo.

Afirmó que no se puede edificar una democracia mediante el despotismo y la corrupción, por lo que pidió que se apliquen sanciones drásticas a los responsables.

En un texto titulado Sobre el proceso político electoral en torno a Morena publicado en redes sociales, el octogenario legislador morenista manifestó que el proceso interno de Morena para elección de sus candidatos puso al descubierto profundas lacras en su dirigencia formal.

“Despertó la indignación de las bases y pone en peligro su mayoría en el congreso”, alerto el político.

Muñoz Ledo, quien fue excluido de la lista de candidatos de diputados plurinominales que buscaran la reelección legislativa, denunció que el reparto de las candidaturas como moneda de cambio.

“Las candidaturas, como si de monedas de cambio se tratase, fueron repartidas entre favorecedores políticos, sin otorgarle la más ínfima importancia a las destacadas trayectorias de diversos actores políticos, cuya participación al seno del partido ha redundando en su beneficio, así como en el de la nación”, indicó.

Manifestó que los principios de imparcialidad y objetividad fueron mancillados cuando la dirigencia del partido optó sesgadamente por intereses particulares y mezquinos sobre los nacionales y generales, y aun cuando el cargo implica contar con una calidad ciudadana intachable, los hechos dan cuenta de lo contrario: bajeza moral e intelectual, servilismo, parcialidad y comportamientos de camarilla.

“Las desleales maniobras de las últimas semanas nos conducen hacia la ruina ideológica y programática”.

El entreguismo ha arribado a nuestro partido. La Constitución y la ley no han sido óbice para el tropel de arbitrariedades que ejecutan desde la máxima cúpula de la organización política. Los derechos político electorales, producto de cruentas luchas históricas y reconocidos por nuestro marco jurídico, han sido pisoteados.

El experimentado congresista concluyo, en su texto, que “el dilema está claro: principios constitucionales o dictadura”.