Adiós, eterno aprendiz de la moda

 

Falleció Hubert de Givenchy, ícono de la elegancia parisina durante más de medio siglo


El gran diseñador de moda francés Hubert Taffin de Givenchy, a quien los especialistas consideraban “el epítome de la elegancia parisina durante más de medio siglo”, falleció el pasado fin de semana a la edad de 91 años, anunció ayer su pareja, el también diseñador Philippe Venet.

Hubert de Givenchy, “el eterno aprendiz”, como se definía a sí mismo, murió el pasado sábado 10 de marzo “mientras dormía”, pero la noticia no fue difundida de inmediato. Los sobrinos del diseñador señalaron, mediante un comunicado, que compartían la tristeza por su partida.

El diseñador fundó la casa de moda que lleva su nombre y tuvo como musa a la actriz estadounidense Audrey Hepburn, a quien vistió durante décadas y en algunas de sus películas, como la célebre Breakfast at Tiffany’s (Desayuno con diamantes).

Givenchy, cuyo maestro y referencia fue su colega, el diseñador español Cristóbal Balenciaga, organizó su último desfile de moda el 11 de julio de 1995.

Desde la década de los 50, cuando inició su carrera, y durante casi medio siglo, el modisto se convirtió en una de las grandes leyendas de la moda francesa.

Originario de Beauvais, una pequeña ciudad al norte de Francia, Givenchy nació el 21 de febrero de 1927, en el seno de una familia protestante, perteneciente a la nobleza francesa.

Su padre murió cuando tenía dos años y el diseñador creció influido por su madre, a quien admiraba. Desde que era pequeño, su abuelo, dueño de una fábrica de tapices, le regaló diferentes tipos de telas para que jugara con ellas y se hiciera diferentes disfraces.

Se estableció en París en 1944 para estudiar en la École des Beaux-Arts con diseñadores como Robert Piguet y Elsa Schiaparelli. Givenchy también soñó con crear su propia marca: la Maison Givenchy que inauguró en 1952.

Sólo dos años después se convirtió en el primer diseñador en presentar una línea de prêt-à-porter de lujo. Y en el camino se encontró con la actriz belga Audrey Hepburn, su musa y amiga de toda la vida.

En 1953 participó por primera vez en el cine cuando realizó el vestuario que Hepburn utilizó en la cinta Sabrina. Cuatro años después, la actriz se convirtió en la imagen de L’interdit, el primer perfume del modista francés. Luego, Givenchy creó el icónico vestido negro que ella vistió en Desayuno con diamantes.

A Givenchy también recurrieron personalidades clave del siglo XX, como Jacqueline Kennedy, Wallis Simpson, Grace Kelly y Carolina de Mónaco.

La influencia de Givenchy continúa. “Su trabajo nunca pasará de moda”, le despedían desde su Maison, que en 1988 fue adquirida por el grupo de lujo LVMH. “Hubert de Givenchy, uno de los diseñadores más exitosos de la década de los años 50, pudo combinar dos cualidades raras: ser innovador y atemporal”, añadía Bernard Arnault, director de LVMH.

Durante 43 años, el modista acudió a su taller de costura desde las 7 de la mañana. Infatigable, se retiró en 1995: “Dejaré de hacer ropa, pero jamás de descubrir. La vida es como un libro: hay que saber pasar página”.