Guillermo del Toro, Amat Escalante, Carlos Reygadas, Carlos Carrera, Felipe Cazals, Tatiana Huezo y Jorge Fons forman parte de los 67 cineastas mexicanos homenajeados en la exposición fotográfica Dirigida por: Directoras y directores ganadores del Ariel, que se presentará hasta el próximo 8 de julio en la Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec.
“Cuando la Academia me convoca a presentar una propuesta visual para el proyecto Dirigida por, decidí hacer una aproximación visual donde la estandarización de la imagen no aplicaría ni en formatos, óptica, planos, iluminación, revelados, el uso del color o el uso del blanco y negro. La idea era registrar un espacio y una acción distinta en cada caso”, abundó el reconocido fotógrafo mexicano Carlos Somonte, quien capturó con su lente la personalidad de cada uno de los directores que siguen en activo en el quehacer cinematográfico nacional.
La exhibición está compuesta por un total de 60 retratos de amplio formato en los que participaron 67 realizadores nacionales entre hombres y mujeres, con el fin de dar a conocer a los creadores cinematográficos que se hallan detrás de las cámaras de cine.
Las fotografías fueron tomadas, en la medida de lo posible, en espacios poco convencionales de la Casa Luis Buñuel, actual sede de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC); sin embargo, la captura de algunas de las imágenes tomó un ritmo más vertiginoso.
“Cuando mi propuesta de fotografía fue aprobada por la Academia, pocos días después nos encontrábamos en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara con la misión de registrar a Guillermo del Toro. Fue él quien marcó el ritmo que caracterizó el resto de las sesiones, donde mantuve una dinámica de resolver cada toma en menos de 10 minutos”, acotó Somonte, quien también realizó la curaduría de la exposición.
“En el Festival de Cine de Guadalajara rapté tres minutos a Guillermo, saqué una jerga mojada de una bolsa y le pedí que la exprimiera. El resultado me gustó muchísimo, sobre todo, la cara de sorpresa que tuvo, porque no le dio tiempo de moverse ni de hacerse para ningún lado”, recordó.
Bajo la idea de hacer imágenes poco solemnes e incluso irreverentes de los directores, Somonte comentó que el factor sorpresa y la velocidad en las tomas propiciaron la esencia, en gran medida, de las seis decenas de imágenes que pudo retratar.
“Así como llegaban los directores y directoras, les mostraba ejemplos de fotografías anteriores en una computadora, inmediatamente después los ubicaba en un espacio previamente determinado —con un esquema de iluminación particular en cada caso— y registraba una acción con pocos disparos. Y así, a empezar de nueva cuenta con el siguiente director”, detalló sobre las sesiones fotográficas, que duraron seis días con horarios escalonados.
