El Divo de Juárez siempre en nuestra mente

 

A un año de su muerte, fue homenajeado en su tierra natal


CARLOS ROJAS MARTÍNEZ

A un año de la muerte del cantautor mexicano Juan Gabriel, la gente se reunió para recordarlo en su natal Parácuaro, tanto vecinos del lugar como turistas provenientes de Jalisco, CDMX y Chihuahua, se acercaron a conocer la recién desvelada estatua del Divo de Juárez en la plaza principal del pueblo.

La zona luce como una réplica del paseo de las luminarias, donde aparece el nombre de Juan Gabriel, se llenó de flores que sus fans llevaron durante los dos días del evento. Las sillas se rentaban, porque hay poco presupuesto en el municipio, comentó Juan Carrillo, presidente del Comité Alberto vuelve a casa.

Los videos, que se proyectaron previo a la revelación de la estatua, mostraron a un Juan Gabriel muy empático con su pueblo, mensajes alentadores, recopilación de imágenes en donde la figura principal era Alberto Aguilera Valadez.

Un chilango narraba cómo se había perdido al tratar de llegar al lugar, “terminé en Parácuaro, Guanajuato”, no se cansaba de informar.

El presidente municipal, Noé Zamora Zamora, en primera fila, junto a sus guardaespaldas. Zamora transmitía en vivo el evento por sus redes sociales, sonreía al ver en la pantalla el rostro de Lázaro Cárdenas Batel, durante la inauguración de la estatua de Juan Gabriel.

El comercio no podía faltar, llaveros a 40 pesos; las playeras, 120; cervezas claras, las favoritas de la región. Niños jugando, y un montón de bellas mujeres divirtiéndose con las respuestas que Juan Gabriel dio en una entrevista en Venezuela. También hubo música, compositores de varias partes del mundo mandaron sus obras dedicadas al ídolo de Parácuaro; cumbia, ranchera, balada y hasta un rock iban dirigidas al Divo de Juárez.

Los vendedores de comida hacían su “agosto”, aunque la comida valía la pena y el dinero. Morisqueta, enchiladas de pollo, birria, agua de coco, los turistas se mancharon las camisas. Cuando empezó a pegar duro el calor, los visitantes se retiraron para buscar sombra.

Música por todas partes, en la paletería Acapulco de Parácuaro, sus dueños contaban anécdotas de cuando Juan Gabriel les enseñó música a sus hijas; alegres ofrecían aguas de arroz y nieves de queso con zarzamora.

Así llegó la tarde del 28 de agosto, a la espera de que comenzara la misa de las 19:00 horas y luego la participación de varios artistas que llegaron a Parácuaro para rendirle tributo a Juan Gabriel.

Chicos y grandes comentaron a CAPITALMEDIA que esperan que las cenizas de Alberto Aguilera Valadez sean traídas a Parácuaro en enero, algo en lo que coincidieron autoridades locales, los del Comité Alberto vuelve a casa y los chismosos de otras partes que se encontraban en el lugar que lo vio nacer.

Es posible que esta celebración se mantenga para el próximo año, generando así una entrada de dinero para las familias de Parácuaro que tanto lo necesitan.

Juan Gabriel se fue, pero dejó un pueblo cariñoso que busca escapar de las garras del crimen organizado, solos no lo lograrán, necesitan el apoyo de los gobiernos estatal y federal, porque en Parácuaro podría generarse un Festival Juangabrielense, a la altura del Cervantino. Soñar cuesta barato.